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Hazaña islandesa

Islandia dio la gran sorpresa de la Eurocopa-2016 al eliminar en octavos de final al favorito Inglaterra con un triunfo para la historia del futbol (2-1), este en Niza, y ahora buscará sorprender al anfitrión Francia el próximo domingo en París, por un boleto a semifinales.

Wayne Rooney adelantó a los ingleses de penal (4), pero la reacción islandesa llegó enseguida por medio de Ragnar Sigurdsson (6) y Kolbeinn Sigthorsson (18).

Después de haber avanzado como segundo de su grupo F, delante del Portugal de Cristiano Ronaldo, el bloque nórdico, con el mismo once titular desde el inicio del torneo, llevará su sueño al Stade de France de París para hacerle frente a Paul Pogba, Dimitri Payet y Antoine Griezmann.

El partido arrancó con ritmo y a los cuatro minutos se abrió el marcador después de una infracción infantil que el portero Hannes Halldorsson le cometió a Raheem Sterling. Rooney lo cambió por gol y todos pensaban en la goleada inglesa.

Sin embargo, los islandeses replicaron enseguida con un gol a la inglesa: saque lateral largo, peinada de Kari Arnason y apareció Ragnar Sigurdsson solito por el corazón del área para liquidar a Joe Hart.

La igualdad parecía increíble, pero la grada se quedó helada cuando la Cenicienta del torneo pasó al frente con un gol de buena construcción que tuvo floja respuesta de Hart, previo a una pared entre Sigurdsson, Bodvarsson que remató desde el frontal Sigthorsson.

 50 años de sequía 

En el entretiempo, era obvio que tenía que mover el banquillo. Sacó al transparente Eric Dier y mandó al campo a Jack Wilshere, pero no llevó claridad al nudo nórdico.

De hecho, el primer sacudón del epílogo lo generó un encendido Sigurdsson, con una chilena a quemarropa que detuvo milagrosamente Hart (55).

Un remate de Dele Alli (60) desde el centro del área, bien contenido por el meta, fue lo más nítido del once de Hodgson, que metió a Jaime Vardy por Sterling en busca de más profundidad, aunque el problema real inglés era la generación de juego, le faltaba un Iniesta para algún pase de fantasía, algo que a sus 30 años Rooney, tirado atrás, jamás logró.

Los Pross se despidieron de la peor forma de un torneo al que habían llegado con una generación renovada y ambiciosa, pero terminaron hundidos como sucede hace 50 años (título mundial en casa en 1966), aunque esta mancha les costará trabajo borrarla.

Tuvo un recorrido pobre -empate 1-1 con Rusia y 0-0 con Eslovaquia y triunfo 2-1 sobre la hora ante Gales en fase de grupos- que anunciaba su debilidad.