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Los damnificados del Cambray II, aún en la calle

Empresa no cumplió con la  construcción óptima de las primeras casas y todo se detuvo.

Hace más de diez meses, miles de personas vivieron una noche de terror en la que aparte de perder a 280 familiares, amigos y vecinos, también se quedaron sin vivienda o pertenencias. Y la pesadilla continúa.

Esto, porque lejos de avanzar con rapidez para proporcionar las viviendas a los damnificados del deslizamiento en la comunidad del Cambray II, de Santa Catarina Pinula, la empresa a cargo no concluyó la construcción de  “Mi Querida Familia”, aduciendo falta de pago.

El problema inició cuando en lugar de contratar formalmente a la empresa Inpro, S.A., como lo establece la Ley de Contrataciones, solo se firmó un convenio con ella, informó ayer el titular del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), Aldo García.

En dicho convenio, manifestaron ambas partes que se realizaría el pago por cada casa terminada.  Sin embargo, al efectuar la evaluación de las primeras 40, estas “no eran de buena calidad, pues llovió y se agrietaron las paredes de 11 de ellas”, por lo que no se recibieron ni se  canceló pago alguno.

Oscar Sierra, Superintendente de la obra nombrado por la Contraloría General de Cuentas(CGC) fue quien evaluó las casas antes de hacer una entrega parcial a los damnificados del Cambray y notó deficiencias en ellas, lo que se hizo saber a la empresa.  Esta “obviamente manifestó que no era así y se defendió”; sin embrago, una lluvia en mayo terminó de demostrar que la construcción “no era de buena calidad”.

En esa oportunidad, realizaron alrededor de 20 hallazgos en al menos 11 viviendas:  las paredes se encontraban rajadas, faltaba impermeabilizante y las casas se inundaron.   Al preguntarle al contratista de Inpro, S.A. si ellos las repararían, manifestó que sí “siempre y cuando me paguen o me hagan un contrato”.

Fue entonces cuando en el ministerio se percataron de que no existía un contrato, a raíz de que la compañía no  se encontraba precalificada, requisito exigido por la  CGC. “Fue un error por parte del gobierno anterior seleccionar a esta empresa”, comentó García, por lo que se le indicó a Inpro que debía terminar las casas y reparar las dañadas, pero sin pago, no hubo acuerdo.

 

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Participación monetaria

En síntesis, por falta de dinero, no se detuvo el proyecto, sino por deficiencias contractuales y mala calidad del trabajo.

De hecho, para compar los materiales de construcción para la colonia que se llamará  “Mi Querida Familia”, hubo aportes por Q8.9 millones, los que fueron entregados por Techo para mi país para 45 casas; Fundación Ronald Mc’Donal, para 61; Unidad de Desarrollo de Vivienda Popular (Udevipo) aportó para 75, con lo que a Inpro se le pagarían Q6.2 millones por la mano de obra de las 181 casas, pero cuando ya estuvieran terminadas.

Hasta el momento, 40 están construidas, pero 11 de ellas presentan; y del resto, solo se quedó instalado el cimiento para continuar la construcción de 58 más.

El exmandatario Alejandro Maldonado Aguirre, manifestó que la decisión en su momento, fue separar las atribuciones:  el Ministerio de la Defensa, con el cuerpo de Ingenieros, tuvo a su cargo la urbanización, por lo que  derribó alrededor de 400 árboles del área, aplanó el terreno, construyó las calles y los drenajes, aparte de construir el acceso al agua potable, “quedando concluida esta primera parte”.

Mientras que el Ministerio de Comunicaciones vería la gestión de la construcción de las viviendas.

“El ministerio de comunicaciones tenía las facultades para hacerlas, aunque fuera  por contrato, por tratarse  de estructura de materiales prefabricados. Cada uno hizo lo suyo, según sus propios procedimientos”, concluyó.

Sin embargo, al parecer llegará la próxima Navidad, sin que Mi Querida Familia reciba las soluciones habitacionales que le ofrecieron entregar para el fin del año anterior.

 

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¿Y mientras tanto? Todavía están en riesgo

Tras nueve meses de estar albergadas en un salón comunal, viviendo con familiares o alquilando, varias de las famiias afectadas por el alud se vieron obligadas a volver a las casas que habían abandonado.

Tania Montoya, quien habitó en el Cambray II, aseguró que espera con ansias recibir la casa para su familia, pero para eso talvez faltan meses, pues les fue notificado que el Ministerio de Comunicaciones  efectuó una licitación para que sean reparadas las casas que ya fueron construidas en Mi Querida Familia, terminar las que ya cuentan con cimientos y construir las 80 pendientes.

“No estamos conformes porqueesto se atrasó demasiado y no estamos de acuerdo con la directiva de la asociación que lleva el caso, aparte de que tienen reprimido al grupo para que no luche ni vaya a manifestar”, señaló Montoya.

Además, contó que la semana pasada salieron del albergue que los alojaba en Santa Catarina Pinula porque los desalojaron y como no tenían a dónde ir “se fueron de nuevo a vivir allá”.

En su defensa, el ministro de Comunicaciones manifestó que tienen 149 soluciones habitacionales listas para escriturar, pero falta resolver la situación de 32 viviendas, sea porque sus beneficiarios viven en el extranjero, son menores de edad o no se han presentado a llenar los requisitos.

También indicó que la urbanización ya cuenta con agua potable y la instalación para energía eléctrica, por lo que cuando los habitantes lleguen al lugar, se notificará a la municipalidad de San José Pinula, para que les den todos los servicios, “pues tienen todos los derechos, a cambio del IUSI”.

Lo que no dijo fue la fecha cuando las casas por fin estarán listas para ser habitadas.