Editoriales

Justicia para todos

El colaborador efícaz, Juan Carlos Monzón,  quien militó en el Partido Patriota y vivió de cerca toda la maraña que denunció el Ministerio Público (MP) y la CICIG sobre la supuesta corrupción en el pasado gobierno, volvió de nuevo a mencionar a varios exministros de dicho régimen. Esta vez, Monzón acudió a una audiencia en el Juzgado de Extinción de Dominio, el cual  busca que con el testimonio brindado, se logre una prueba más para que pase a poder del Estado la aeronave que le fue regalada al presidente Otto Pérez Molina, en uno de sus cumpleaños.

Durante varios minutos, el colaborador eficaz del MP dio a conocer nuevamente los detalles de la adquisición de la aeronave. Incluso, de nuevo mencionó a los exministros que colaboraron para la compra. Entre ellos mencionó a Alejandro Sinibaldi, extitular del Ministerio de Comunicaciones, y a Erick Archila, quien tuvo a su cargo la cartera de Energía y Minas. Estos dos exfuncionarios aún se encuentran fuera del alcance de la justicia, salieron del país y aún no se sabe de su paradero, aunque las autoridades locales ya dieron una alerta internacional para localizarlos.
La justicia para muchos guatemaltecos es un tema aparte, se sabe que tiene el sesgo del compadrazgo, del soborno, y no es aplicada a todos por igual.

El caso La Línea ha sido sin duda el emblemático de los últimos años, incluso ni el expresidente Pérez Molina ni la exvicemandataria esperaban que fueran a terminar en la cárcel. Antes que se emitiera la orden de captura, otros implicados en el caso  como Salvador González, alias Eco, también colaborador eficaz, ya estaban en prisión preventiva. Pero al paso de los días la investigación los abarcó y ahora Pérez Molina y Baldetti cumplen más de un año de estar en prisión. Quizás nunca se imaginaron que algún día terminarían en la cárcel.

Pero hay varios exfuncionarios que aún no han enfrentado la justicia por los supuestos delitos que se les vincula, aparte de Sinibaldi y Archila, aún no se tiene el paradero de los diputados Luis Rabbé y Baudilio Hichos, quienes están siendo buscados por otros delitos.

Lo que sí es un hecho es que, con el destape de La Línea por las autoridades, otros casos han aparecido y quizás sirva de lección para aquellos que ocupan cargos públicos, primero que no son eternos, segundo que están allí para servir al pueblo y no servirse de él.

Ahora, los funcionarios actuales saben que si no actúan conforme la ley, tarde o temprano tendrán que pagar las consecuencias. El pueblo es quien les paga sus salarios y lo menos que se puede esperar es transparencia y que trabajen.

Redacción

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