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Corona de adviento

Por: Rafael Flores

Natividad   Una tradición que une a las familias antes de la celebración del nacimiento de Cristo

En muchas casas vemos que  antes de Navidad se pone, a manera de elemento decorativo, una corona con cinco velas. Esta corona, antes de ser un elemento decorativo, anuncia que la Natividad del Señor está cerca y debemos prepararnos.

Consultado al respecto, el historiador licenciado Juan Alberto Sandoval, indica que no es una tradición guatemalteca de origen, sino que es una costumbre de origen pagano, que representaba el ruego al sol para que regresara con su luz y calor durante el invierno. La Iglesia católica adopta esta costumbre y la adapta a una forma doctrinal. Se aprovecha esta corona para prepararnos a la celebración del Nacimiento de el Salvador y rogarle infunda en nuestros espíritus la luz y su salvación. De forma geométrica perfecta, nos recuerda que Dios Hijo no tiene principio ni fin, reflejando en esta figura circular su unidad y eternidad. El follaje verde representa que Cristo está vivo entre nosotros y nos recuerda la vida de gracia, el crecimiento espiritual y la esperanza que debemos fortalecer durante el Adviento.

Las cuatro velas alrededor de la corona representan cada domingo de Adviento, estando una al centro, que representa el Día de la Navidad. No existe una convención sobre el color de cada vela, dependiendo de la región pueden ser las tres velas moradas, una rosada y la del centro blanca. El color morado representa el espíritu de vigilia, penitencia y sacrificio que debemos tener para prepararnos adecuadamente para la llegada de Cristo, mientras que la rosada representa el gozo que sentimos ante la cercanía del nacimiento del Señor. En otros casos, pueden ser una vela morada, una verde, una rosada y una amarilla, y la del centro siempre blanca.

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