Editoriales

Masivas capturas

Mientras que no exista una sentencia formal, las más de 50 personas que fueron capturadas ayer por estar supuestamente involucradas en asesinatos y extorsiones, tienen la presunción de inocencia.  Aunque las investigaciones que hizo el Ministerio Público parecen bien sustentadas porque las individualizaron y las mismas llevaron dos años. Esta fue sin duda otra operación de muchas capturas, como algunas que hubo hace varios meses con gran cantidad de aprehendidos. Sin duda, los adelantos en materia de investigación y seguimiento han mejorado en el Ministerio Público y de ahí las detenciones a gran escala de ayer. El fenómeno de la extorsión es un flagelo que no solo inició en la ciudad sino que se extendió a varios departamentos. Incluso varios mercados son ahora asediados por grupos que están al margen de la ley.

 Llama la atención que hasta personas de la tercera edad han sido capturadas en el operativo de ayer, incluso alguien que se vestía de payaso y contribuía a vigilar el pago de la extorsión. Con estas aprehensiones sin duda muchas personas que se dedican al comercio o tienen unidades del transporte podrán respirar contranquilidad a partir de ahora. El fenómeno de la extorsión tiene  dos formas, quien la pide y quien la da. En el ínterin de todo esto, las víctimas muchas veces son atemorizadas y se dejan llevar por quienes usan un lenguaje soez para convencer. Otras personas se arman de valentía y encaran a quienes los llaman, como un ciudadano que cuenta que llamaban a su casa y quien contestaba era la persona que se quedaba al cuidado de la residencia. Un día, cuenta, se armó de valor y estando en su casa, se recibió la llamada intimidatoria, según dice citó, para el siguiente día, a quien lo llamó, pero este ya no apareció y se terminaron las llamadas.

En el país no se ha cimentado la cultura de la denuncia como un primer paso para lograr que las autoridades hagan algo, aunque muchos ciudadanos se quejan de la falta de acción. A cambio de no hacer nada y quedarse de brazos cruzados, es mejor denunciar y con ello buscar que de alguna forma, quien está al margen de la ley pueda ser capturado y que responda por sus delitos si los ha cometido. La población, más la del interior, está cansada y muchas veces toma la justicia por su propia mano, esto no es aconsejable, pero ante la falta de autoridad se toma ese camino. Tampoco es justo que aquellas personas que por la falta de empleo buscan poner un pequeño negocio, desde una venta de tortillas hasta una tienda en su barrio, sean objeto de personas que buscan ganarse el dinero fácil.

Redacción

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