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Manchester City se reencuentra

Al Manchester City por fin le salió un partido (casi) redondo. Dominó, marcó y ganó. El balón, las ocasiones y los goles fueron suyos. Pep Guardiola estaba satisfecho. La batalla de la posesión y el triunfo (2-1) fueron suyos ante un Arsenal que dimitió tras el gol de Walcott.

Fue el único desliz de un conjunto citizen que se ha quedado (con permiso del Liverpool) como única alternativa al Chelsea. Un abismo de siete puntos separa a los skyblues del liderato pero ya llueve menos. Dos victorias seguidas en casa, en donde los rivales se les atragantaban y llevaban casi tres meses sacando puntos, ponen paz a la Nochebuena del City. El City mostró el músculo que le llevó a ganar sus 10 primeros partidos de la temporada sin tapar su agujero defensivo. Da igual lo que haga Guardiola. Defensa de tres centrales, de dos, laterales largos, cortos… Los rivales siempre marcan.

Solo ha dejado dos veces en los últimos 19 partidos su puerta a cero. Un hándicap que explotó Alexis Sánchez. Cogió el balón y encontró a Walcott para que batiera a Bravo. Ha participado con sus 12 dianas y seis asistencias en el 47% de los tantos del Arsenal en Liga. El City pasaba, pasaba y pasaba sin profundidad. La misma canción de siempre. Una melodía que se repite demasiado. Otra vez una primera parte sin inquietar al meta rival. Los citizens no remontaban un duelo desde noviembre de 2012. Una maldición de 23 partidos que terminó de un plumazo.

Sin Gündogan ni Agüero el futbol celeste es suyo. En un mal saque de Cech, el medio español filtró un balón que Sané transformó en el empate. Celebró su primera diana en Mánchester bordeando el fuera de juego. El Arsenal estaba arrinconado, no salía y su muro cedió. De Bruyne se inventó un cambio de juego que agarró Sterling. El extremo inglés la cogió, caracoleó y sacó un latigazo pegado al palo y a la red.

Redacción

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