Columnas

¿Se dispara la inflación?

La inflación de Guatemala se disparó en julio siendo de 1.51% lo cual es altísima para un solo mes (es como del 18.2% anual si todos los meses tuvieran el mismo valor).  La inflación interanual, es decir la que llevamos de julio del 2016 a julio del 2017, va en 5.22%.  Y la acumulada, es decir, la de diciembre de 2016 a julio 2017 va en 4.11%.

El julio aumentó notablemente el componente de alimentos de la canasta que se usa para medir el IPC (Índice de Precios al Consumidor) y que se mide la inflación.  La razón principal fue el aumento del precio del tomate que por el exceso de lluvia sufrió algunas pérdidas en su cosecha disminuyendo su oferta relativa a la demanda del mismo.

Como se mide la inflación en Guatemala y en casi todos los países del mundo es en base a una canasta en la que se comparan el índice de precios de un mes con el del siguiente.  Esta canasta varía de país en país.  En Guatemala tiene un peso especial el rubro de alimentos, pero en otros años también se ha visto afectada la inflación debido a variaciones importantes en el rubro del petróleo y sus derivados, tanto así que cuando bajó abruptamente el precio del petróleo, el IPC también tuvo un efecto de disminución debido a este factor.

¿Es correcto medir la inflación así?  Yo creo que es una forma de seguir los precios, pero no es lo que considero inflación.  El que subiera el precio del tomate significa que hay una escasez relativa del mismo en relación a su demanda.  No necesariamente quiere decir que todos los productos de la canasta están incrementándose.  Por consiguiente, es una fluctuación del precio de un solo producto causado por una caída en la oferta de ese bien y como consecuencia, dada la demanda del mismo, su precio se incrementa.  Esto pasó exactamente con el petróleo ya que afectó a los combustibles y sus derivados.  Por consiguiente, no se puede hablar de una deflación cuando cayó su precio, sino que fue una variación de un producto y sus derivados debido a una oferta relativamente mayor a su demanda en un momento dado.

La inflación es algo más que el incremento del precio de un producto o una canasta de bienes y servicios.   De hecho, el incremento en precios es una de las consecuencias de la inflación.  La inflación es en realidad el incremento del dinero no causado por el mercado que va más allá de su demanda.  Es obvio que si hay un poder monopólico de quien emite el dinero, la inflación entonces es un fenómeno monetario causado principalmente por el Banco Central que es la entidad que tiene ese poder de emisión. Al haber más quetzales de oferta que la demanda de los mismos, que el Banco de Guatemala introduce en la economía (lo puede hacer de diferentes formas que no voy a comentar en detalle, pero una de las que más se ha usado este año es la emisión de quetzales por la compra de dólares) entonces el poder adquisitivo del Quetzal, es decir su precio, cae.  Esto significa que cada Quetzal puede comprar menos bienes y servicios ahora que antes.  Y así el IPC comienza a indicar que los precios de la canasta van incrementándose mes a mes, aunque éste índice también refleja fluctuaciones temporales de precio en productos particulares como el del tomate o bien el del petróleo y sus derivados sin que esto sea inflacionario o deflacionario.

El precio del tomate volverá a su normalidad cuando sus ofertas relativa a su demanda se equiparen o incluso bajará muchísimo cuando la supere.  Eso no es lo preocupante en cuanto a la inflación, lo preocupante es que el Banco de Guatemala llegue a perder el control y siga emitiendo más de lo que debe y lo que se demanda en Quetzales destruyendo así el poder adquisitivo de nuestra moneda.