Columnas

Interesante nuevo escenario

CRÍTICA POLÍTICA

Guatemala hizo lo correcto en votar en contra de esa aberración de resolución de la ONU para “prohibir” a los Estados Unidos trasladar su embajada a Jerusalén. Algo debe haber en el aire en la ONU porque se comportan como marcianos que no tienen los pies en la tierra. De las casi 100 resoluciones condenatorias emitidas por la ONU contra país específico, más de 80 han sido contra Israel. Más claro dónde está la ONU parada, imposible.

Se atreven ahora a pretender prohibirle algo al presidente Donald Trump, que representa el deseo de la mayoría de estadounidenses que han visto desde siempre un amigo cercano en el Estado de Israel. Es decir, en su gran fumada mental trataron de impedirle a Trump hacer algo. Verdaderamente, hay que tener los pies en el aire para hacer algo así.

Aplaudo al presidente que como el veterano y más que experimentado Senador Orrin Hatch bien dijo puede pasar a la historia como el mejor presidente que los Estados Unidos haya tenido en su historia. Está poniendo más dinero en los bolsillos de quienes viven y contribuyen con sus impuestos, no es verdad que sea solo en favor de “los ricos” como los medios amarillistas pretenden hacernos creer. No existe mejor incentivo para el espíritu emprendedor del estadounidense que tener mayor capacidad adquisitiva. Ahora nos toca a los países que comerciamos con ese gran mercado, ponernos las pilas para aprovechar los avances en los negocios que pueden surgir, especialmente en mayor exportaciones a ese gran país. Cosa que en Guatemala corre riesgos con un puerto en Santo Tomás de Castilla que suple la Costa Este, que no tiene mejoras desde 1968 porque la Ley no se lo permite, a pesar de tener los fondos para mejorar. Menos mal Puerto Barrios, que es privado, sí funciona. En cuanto a Quetzal, pues mal que bien va caminando así que lo que sale de ahí, que es la gran mayoría de exportaciones, camino a la Costa Oeste, siguen fluyendo. Pero y si las carreteras no funcionan, si los puentes se caen, si hay bloqueos obtusos en las carreteras, bien nos irá aunque los puertos fueran una maravilla. Todo va de la mano, unido, como una cadena, que conocemos como cadena productiva.

El reto es enorme. Ahorita están queriendo enjuiciar a la Mina San Rafael, para destruirla y que seguramente entren Soros y sus socios en Guatemala a adueñarse de ella. Soros ha hecho esto en otros países y sabiendo que la campaña tan bien orquestada contra la mina no se hace con cáscaras de huevo, es obvio que las arcas para el efecto son profundas. Están quebrando todo, pero estamos a tiempo de detener esta debacle.

Guatemala votó en contra de la resolución condenando a los Estados Unidos, por primera vez en mucho tiempo, pasó de abstenerse a votar en contra de Israel, a votar con coraje, en favor de los Estados Unidos e Israel. Esperemos que los estadounidenses se recuerden de esa muestra de lealtad y justicia, y apoyen nuestras gestiones ante la ONU y que nuestros diplomáticos sepan sacarle el jugo a ese voto y a los que sean necesarios en el futuro, en apoyo de lo que es justo, pero apoyo al fin que requiere coraje en un planeta que cada vez más parece haber perdido el norte.

De igual forma, esperemos que las autoridades en Guatemala se amarren los pantalones y tengan el valor de realizar los cambios que urgen, para poder aprovechar esta oportunidad de prosperidad. Reformar la Ley Electoral y de Partidos Políticos, y la Ley de Compras y Contrataciones del Estado, serían un buen inicio.

Milagro que pedir en esta Navidad: Que los políticos y los oportunistas que salivan con el poder pongan el bien del país por encima del propio, y finalmente entiendan que si Guatemala entera progresa, progresamos todos en el campo y en la ciudad.

TEXTO PARA COLUMNISTA

Betty Marroquin

Licenciada en Relaciones Internacionales, especialista en el Congreso de los EEUU.

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