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Libre competencia: batalla Uber vs. Taxistas

#PensamientoCrítico

El mercado es el que elije quienes son los ganadores y los perdedores en la competencia voraz entre competidores dentro de un marco de libre competencia. En el mundo de los negocios nunca hay un competidor débil, todo competidor es una pieza importante dentro la gama de posibilidades. El signo diferenciador entre uno y otro pasa, sobre todo, por la calidad del servicio o producto que se ofrezca.

Toda empresa tiene como meta del día a día hacer todo lo necesario para que su trabajo sea excelente, con el objeto de atraer a la mayor cantidad de clientes posibles. Debe de invertir en innovar y desarrollar nuevas técnicas. La gran pelea pasa por quién pisa primero la luna y una vez logrado, quien se puede mantener en la contienda, y para ello se requiere esfuerzo y trabajo permanente. Siempre existirá aquel que quiera robarse el primer lugar. Allí radica la magia que la libre competencia nos brinda.

El día lunes, derivado de la manifestación de los taxistas blancos que hubo en la ciudad de Guatemala, se libró una discusión sobre las características de la libre competencia. A sabiendas o no, a propósito o no. El hecho que las personas empiecen a discutir sobre cuáles son los estándares que los consumidores están solicitando de los productos y servicios que consumen y utilizan, es un claro avance en la cultura económica.

Por otro lado, se empiezan a considerar los estándares para determinar si efectivamente existen iguales condiciones entre los competidores, que es otra de las características básicas para esta. La manifestación del lunes radicaba en las condiciones regulatorias entre el servicio del Taxi y el de Uber. Las demandas radicaban en: que los vehículos de Uber cumplan con los requisitos de rotulación; el cambio de placas; que las unidades sean sometidas a revisión; que los automóviles que presten servicio de Uber sean inscritos como Taxis; y que los pilotos de Uber aprueben tres cursos que imparte Emetra.

El equiparar los servicios no es la raíz del problema. Los posibles requisitos que se soliciten para ingresar al mercado, son solo barreras burocráticas que se pueden imponer, que mientras no impidan el acceso al mismo, no cobran realmente relevancia, mientras el diferenciador sea la calidad del servicio y la seguridad que este pueda proyectar al usuario.

Un competidor capaz de generar cambios en las reglas de juego de un mercado, está haciendo su trabajo. La sagacidad, previsión y astucia, así como anticiparse a los hechos futuros, crear estrategias específicas y eficaces, son los diferenciadores de una empresa y lo que les permite lograr el éxito.

Es normal que las empresas estén preocupados por la entrada de nuevos actores que les entren a competir. Significa que el pastel (mercado) se reparte entre más comensales (competidores). Los modelos de negocio no son infalibles. Existen empresas capaces de redefinirlas. Dejemos que las empresas que aportan ofertas de valor participen. Utilizar las herramientas que brinda la tecnología ha demostrado que lo que parecía normal puede cambiar.

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