Mirilla indiscreta

Seguimos en la chingadera todos ustedes

MIRILLA INDISCRETA

Mantener la ecuanimidad del análisis jurídico o político, en circunstancias en que la razón jurídica es atropellada y lo político pierde su sentido histórico y ético y se transforma en un arma sediciosa permanente, al servicio de una camarilla irresponsable y por convicción suicida, es equivalente a entrar en un hospital de enfermos mentales, sentarse a conversar con ellos y exigirles sensatez.

Una facción actuando como facciosos, financiados y estimulados por intereses extranjeros, transformada en gavilla de delincuentes medio ilustrados.

Si sumamos el soporte de uno de los Capitales más poderosos del país, que agregó a sus recursos empresariales: “La división operativa de conspiración y sedición” con la Misión y Visión de imponer sus intereses y garantizar el dominio de un mercado basado en el monopolio y explotación de recursos naturales estratégicos, a cargo de un equipo profesional con impecables credenciales, como desocupados de oficio, expertos en vivir del trabajo de los demás, del gobierno, o del asistencialismo extranjero con fines de ocupación. Territorial, no nos deja más opción que la Guerra.

¿O se defiende la patria? ¡O se entrega sin resistir!

En abierta sedición, rompen el equilibrio del régimen de legalidad, llenando sus fusiles con la infame pólvora de resoluciones judiciales, descaradamente ilegales, emitidas sin recato por una unidad secuestrada del sistema judicial que fue prostituida como parte de un plan cuyo fin más claro y declarado ha sido la deposición del gobierno, la anulación del proceso electoral que se encuentra a pocos días de iniciarse y con esa agenda podrida, tomarse el poder sin ningún obstáculo.

Han utilizado la agresión jurídica sin límite, para destruir eventuales combatientes de la libertad, sabiendo que van encontrar como respuesta, la civilizada apelación al Estado de Derecho y Régimen de Legalidad, que les representa victorias parciales, sin importarles que sean espurias y sediciosas.

Está clara la provocación de anular las facultades asignadas por la Constitución Política de la República, al Jefe del Ejecutivo, que de tanto repetirse y violarse, comienza la población a aprenderse los artículos constitucionales casi de memoria, debido a la acción artera y reiterativa de cometer delitos.

Increíble, pero cuantas veces han tenido la oportunidad, de tener una pluma en la mano, gozan firmando las más graves violaciones al derecho y sus funciones legales, en esa entidad, equivocadamente denominada Corte de Constitucionalidad, y que se transformó en el reducto delincuencial de más alta Jerarquía en el esquema institucional guatemalteco.

Ni siquiera la cordura afortunada de quién preside semejante aquelarre (lugar de hechiceros) ha podido apagar el fuego diabólico que anima ese festejo infernal.

Con lenguaje de Jurista la Doctora Dina Ochoa insiste en llamarles la atención una y otra vez a sus coludidos (unidos para delinquir) colegas de función judicial.

”Así puedo Concluir“- les reconviene la Presidente en su voto razonado- “Que la Corte de constitucionalidad, en la resolución, de la que me separo, incumple el Debido Proceso, en tanto emite un fallo para el que no está habilitada y no es competente”

Blindados en contra de la vergüenza y el decoro profesional los otros magistrados, acostumbrados a ignorar las normas constitucionales tampoco atienden los análisis de la más alta dignataria de la institución, reafirman su desobediencia a la Constitución Política, la atropellan e insisten en seguir cometiendo el grave delito de Prevaricato (resoluciones ilegales).

Finalmente, frente a esa acción de Lesa Patria, irresponsable por atentar contra la paz, abortar el proceso electoral, procurando evitar la alternabilidad en el poder mediante elecciones, subiéndole la temperatura a la Sedición para que agentes externos y apátridas nacionales logren su nefasto objetivo de frustrar la voluntad popular, romper el orden constitucional, apartando al Presidente y su Gobierno de manera ilegítima y prematura

Atenidos, no obstante que la constitución faculta de manera taxativa al Congreso de la República para que conozca los antejuicios de los Magistrados., por la lógica de pesos y contrapesos de nuestro sistema, se ha distorsionado ilegalmente el procedimiento.

La Corte Suprema de Justicia, se ha arrogado (adjudicado) un proceso inconstitucional que permite a la Corte Suprema de Justicia, en contubernio guizachesco con la de Constitucionalidad, desestimar los antejuicios, de los magistrados, en lugar de trasladarlos como lo ordena la Constitución, al Congreso de la República.

¡La Corte Suprema conoce y resuelve los antejuicios de los Diputados, contrapeso constitucional, Y el Congreso de la República conoce los antejuicios de los Magistrados!. ¡Como debe ser!

Esa violación de la norma constitucional permitió que coludidos (de común acuerdo para perpetuar delitos) La Corte Suprema de Justicia, de manera sistemática evitó que los Magistrados de la Corte de Constitucionalidad, delincuentes reincidentes, fueran juzgados de acuerdo a lo estipulado por la Constitución de la República.

Confiando en esa alianza perversa y delictiva, vulnerar la facultad constitucional que tiene el Presidente de hacer cumplir la Constitución y las Leyes, así como dirigir las relaciones internacionales y política exterior del país (Artículo 183 incisos a) y o) que fue vedada por medio de un amparo espurio e improcedente.

No obstante que las Naciones Unidas no reconocen como parte de sus órganos la oficina creada para Guatemala, acreditada solamente al Secretario General esa decisión y dejándola sin el respaldo de Las Naciones Unidas.

Y para mayor agravio de las Cortes nacionales vende patrias, su ex titular, Velásquez, en carta enviada al Secretario General, le informa que todo lo que hizo en Guatemala, solo fue apoyar las decisiones de las cortes, Ministerio Público y Jueces.

¡Así terminó pagando el Diablo a quienes servilmente se inclinaron obedientes a su voluntad!

Pero sin desencanto, los vende-patrias continúan necios con su agenda sediciosa, sin tener ya nada, que defender.

Su claro objetivo, provocar una reacción oficial de nuevo, que al ponerlos al margen de la ley, los martirice y confunda a la comunidad internacional.

Además de traidores a la patria y la paz, perversos manipuladores de la verdad histórica, utilizan todos los medios que debidamente financiados por el capital extranjero y la indignidad de sus cómplices nacionales, sin tregua ni descanso provocan el enfrentamiento todos los días.

Sorprendidos hasta el tuétano, no terminan de creer que finalmente la Corte Suprema de Justicia, con la resistencia de sus únicas dos aliadas, cedieron finalmente a la majestad de la Ley y trasladaron, como corresponde el conocimiento de los antejuicios al Congreso de la República.

Sorprendidos, comenzaron a jugar al Tiempo, mientras recobran alientos conspirativos, buscando acompañamiento de quienes han hecho de la presencia bochinchera en la calle, una forma de vida ajena al trabajo productivo.

Difícilmente encontrará uno sólo de ellos, con un trabajo que no dependa del asistencialismo internacional. que busca subastarnos como un país rico en recursos naturales y muy pobre en población decidida a defenderla frente a la ocupación extranjera y destrucción de las formas democráticas de convivencia pacífica.

Esperando que los señores diputados no encuentren un patrocinador en esos capitales nacionales tan generosos para comprar traidores, una forma ilegítima para traicionar a la patria con su voto.

Los hechiceros de la Corte de Constitucionalidad continúan buscando tiempo para la toma bulliciosa de la calle y buscar la razón política para que algunos diputados puedan consumar una traición.

Con ese objetivo, confirmaron su irremediable vocación delincuencial, provocando otra resolución ilegal, donde se protegen ellos mismos y le dan curso a un amparo espurio, presentado por otro espurio, que le prohíbe al Congreso conocer los antejuicios.

Mientras tanto la lucha por la calle, comienza a calentar el ambiente.

Los voluntarios, tales como los comerciantes de la terminal, encabezados por el amigo Renato Rojas, que por miles tomaron el parque central, o plaza de la Constitución respaldaron la institucionalidad del país.

El otro grupo, ese si que les causa costos cuantiosos a los promotores, no obstante que los traidores son baratos, también se hacen presentes buscando el rompimiento del proceso constitucional de elecciones y por todos los medios la caída del gobierno.

Mientras los preocupados, defienden con dientes y uñas el régimen de legalidad, algunos más serenos y confiados, continúan su vida política como que si nada estuviera pasando.

En tanto los Invisibles de siempre, simples atalayadores de las elecciones, desaparecidos y cobardemente ausentes, esperan en sus nidos partidarios a ver quién gana para pronunciarse a favor, sin correr ningún riesgo.

¡LES CUENTO QUE EL PUEBLO HONRADO ESTA TOMANDO DEBIDA NOTA!

TEXTO PARA COLUMNISTA


Danilo Roca (Edmundo Deantés)

Jurista, analista político, luchador por la libertad.

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