Columnas

¡Una sociedad mediocre pan y circo es lo que pide!

ItzaBal

Pareciera una pesadilla de la cual nunca despertaremos, conforme avanzamos en este siglo nuestras sociedades en general cada vez se muestran menos interesadas en la cosa pública y más desveladas por las cosas triviales (ferias, fiestas populares, telenovelas, programas de reality show, videojuegos, determinadas películas que incitan a la violencia, redes sociales, etc., etc.), nuestros jóvenes ya no quieren estudiar, nuestros adultos aunque la mayoría de noble corazón no fueron capaces de adaptarse a los cambios y cada vez les alcanza menos los ingresos que obtienen de sus trabajos, nuestros deportistas ya no sueñan con alcanzar grandes logros a nivel deportivo sino que se acomodaron a su lugar de residencia o miran hacia donde más pagan, los profesionales se volvieron mercaderes de su profesión y nuestros religiosos se apartaron de la palabra y pareciera más importante el crecimiento material que el espiritual, los jueces se apartaron de la justicia y se enredaron en las marañas del derecho y aspectos legales, los militares perdieron el amor por la patria al ver que sus superiores se corrompieron, y los políticos están más preocupados en no perder su silla que generar riqueza y bien común para los ciudadanos.

¡Desde luego que en cada área hay excepciones! Esa gente que aún sueña con ver una Guatemala y una Latinoamérica diferente o simplemente y sin soñar, aún guardan en sus corazones profundos valores éticos, morales y espirituales que no les permitirían jamás corromperse o perderse en banalidades.

A principios de la presente década, el Consejo de Investigación de Noruega (RCN), encargó a diez investigadores nórdicos realizar un estudio para analizar las bases que sustentan el sistema financiero, económico y político de dicho país, y aclarar cómo es que un sistema capitalista como el de Noruega puede mantener un sistema de prestaciones sociales generoso, cómo una sociedad rica puede aplicar el principio de igualdad, y cómo puede prosperar el colectivismo donde rige el individualismo; así también se les encargó a los investigadores determinar si dicho modelo podría ser exportado para beneficio de otras naciones en el mundo.

Los investigadores nórdicos en su estudio lograron establecer que uno de los pilares fundamentales y clave para el funcionamiento del modelo nórdico es la cultura, según ellos, el éxito del modelo nórdico no puede ser explicado únicamente en términos de política económica, fórmulas institucionales o buena fortuna, sino que dicho modelo tiene unas raíces culturales muy profundas que permiten a sus ciudadanos actuar en su diario vivir apegados a principios éticos y morales en pro del bien común.

Por otra parte, para aquellos que transgreden la ley existe otro pilar fundamental que residen en la efectiva seguridad jurídica, tal principio también lo vemos en la mayoría de países del primer mundo, donde a quien transgrede la ley se le sanciona de manera inmediata y efectiva, contrario a lo que sucede en nuestros países que nos hemos llenado de leyes sin sentido, donde para cada caso hay una sanción pero que jamás se cumple, como por ejemplo tenemos una ley de tránsito pero a excepción de la ciudad capital en la mayoría de los otros pueblos y ciudades es inaplicable, también tenemos una ley para el tratamiento de aguas residuales y creación de plantas de tratamiento pero pareciera ser que no existiera, y así procede en la mayoría de leyes vigentes, su aplicación no es efectiva porque no existe voluntad política, gubernamental ni social para hacerla efectiva.

No podemos soñar con una Guatemala diferente si seguimos tolerando lo que hoy nos sucede, si seguimos enseñándoles a nuestros hijos apatía por los asuntos relacionados con la cosa pública, mientras menos interés mostremos, habrá otros con diferentes intenciones que tomarán nuestros lugares. Es elemental y necesario importar la parte buena del modelo de sociedades de países desarrollados como los países nórdicos, Singapur, Canadá, y otros países del primer mundo para poder cambiar y avanzar, de lo contrario pasaremos a peor.

¨El pueblo, del que en otro tiempo dependían el gobierno, la justicia, las fuerzas armadas y todo, ahora se desentiende y solo desea con ansia dos cosas: Pan y circo¨ -Décimo Junio Juvenal- Poeta Romano.

Ad Astra Per Áspera

Determinadas películas, videojuegos, series de dibujos animados disfrazadas de ingenuidad y algunas imágenes que se comparten en las redes sociales y en WhatsApp, sí habitúan  a niños y jóvenes a convivir con la violencia como algo natural de la sociedad actual, a través de sus contenidos, personajes, lenguaje y ambiente.

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