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No más recursos militares de EUA para Guatemala

El Departamento de Defensa, de Estados Unidos de América, ha cesado de brindarle recursos a las llamadas “fuerzas de tarea” del Ministerio de Gobernación, de Guatemala, por haber empleado vehículos militares que ese departamento había donado para combatir el narcotráfico y patrullar fronteras, y que presuntamente se han asignado para una no permitida finalidad. El convenio de donación de los vehículos define el propósito para el cual han de ser empleados, y el lugar en que han de emplearse.

James McGovern y Norma Torres, miembros del Congreso de Estados Unidos de América, solicitaron que los vehículos sean devueltos, ya que han sido empleados de manera “flagrante” para “intimidar a Estados Unidos de América y a la comunidad internacional”. Por supuesto, es ridículo afirmar que el Gobierno de Guatemala ha pretendido tal intimidación. Efectivamente, cuando, en agosto del año pasado, algunos de esos vehículos pasaron frente a la sede de la embajada de Estados Unidos de América, ¿sintió miedo esa nación? O cuando, también en ese mes, algunos de esos mismos vehículos pasaron frente a la sede de la Comisión Internacional Contra la Impunidad, ¿sintió miedo la Unión Europea?

Por supuesto, la decisión del Departamento de Defensa es una estupidez, porque los recursos que brinda a Guatemala no benefician precisamente a Guatemala, sino a Estados Unidos de América, empeñado en defenderse de los narcotraficantes, o en atacarlos.

Opino que el Gobierno de Guatemala debe devolver inmediatamente al Departamento de Defensa, los vehículos donados. Mi calidad de ciudadano guatemalteco estaría complacida de que los vehículos fueran estacionados en torno a la sede de la embajada de Estados Unidos de América, con una carta dirigida al embajador de esa nación, en la que se declare oficialmente la devolución de tales vehículos.

Opino también que el Gobierno de Guatemala no debe aceptar donación de recursos, de cualquier género que fueran, cuyo empleo esté sujeto a condiciones impuestas por el país donante. No importa que ese país sea Estados Unidos de América, o cualquier país miembro de la Unión Europea. El país que quiera donar recursos a Guatemala debe abstenerse de impartir órdenes sobre cómo, cuándo, dónde y para qué deben ser empleados. Si no están dispuestos a tal abstención, deben encontrar una mejor oportunidad de asignación de esos recursos.

Opino finalmente que el Gobierno de Guatemala no debe permitir que la cooperación que le brinda Estados Unidos de América, o cualquier país de la Unión Europea, pueda ser un medio para socavar todavía más la soberanía de Guatemala, y humillar al pueblo guatemalteco.

Post scriptum. Nuestro país es pobre; pero no debe agregar, a su pobreza, la indignidad. Quiero decir que no debe agregar a su pobreza económica, la pobreza moral.

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