Columnas

Ad Astra Per Aspera

ItzaBal

La frase que he elegido como título para mi columna es una frase en latín que en castellano significa ¨A través del esfuerzo, viene el triunfo¨; también significaría ¨Por el sendero áspero, hacia las estrellas¨ o mi traducción preferida ¨Hacia las estrellas a través de las dificultades¨.

Al ser esta mi última columna, pensé en escribir un punto de vista sobre la situación actual del país, y la maraña legal, política, social y económica en la que nos encontramos; y de como la mayoría de sectores de nuestro país incluyendo empresarios, comerciantes, religiosos, artistas, deportistas, prensa, gobierno, sindicatos, universidades, clase obrera y pueblo en general halan pan para su matate, velando únicamente por sus intereses particulares y manejando su propia agenda; Papel y lápiz en mano como dijo Arjona, vinieron a mi mente, aquellas palabras de Mateo 15:19-20 que se refieren a las cosas que nos contaminan y el origen de la mayoría de los males, y reflexioné, en que, no es un factor externo el que motiva nuestra ruina como sociedad; somos cada quien a lo individual los que estamos promoviendo esta hecatombe inhumana y egoísta no solo en Guatemala sino a escala global; que es en el corazón de cada persona donde comienzan las guerras, y que es, justamente en esta parte donde tengo que recapacitar y aceptar que también soy parte del problema,  que solo cambiándome a mí mismo puedo lograr la transformación de familia, de mi comunidad y de la sociedad en general, solo tomando acciones concretas a lo interno cada guatemalteco podremos encontrar el umbral del desarrollo, la seguridad y prosperidad que tanto anhelamos.

Una vez alguien me dijo que los adioses están sobrevalorados y sobreactuados, y meditándolo detenidamente he llegado a la conclusión que es totalmente cierto, porque cuando iniciamos un camino, sabemos que algún día tendrá que terminar.

Hace un año exactamente, por invitación de este Diario, tomé el reto de escribir una columna semanal; y considero que durante ese año, dicha responsabilidad supuso para mí una nueva experiencia muy gratificante y alentadora, toda vez que me motivó la idea de expresar mis pensamientos, principios y convicciones a través de la pluma y de este espacio, contrario a otros que prefieren empuñar la espada o las armas en defensa de sus ideales.

Hoy he decidido hacer una pausa en el camino en pro de nuevos proyectos personales y dedicarle más tiempo de calidad a mi familia, me despido con la convicción que los retos planteados fueron superados al dar en cada columna lo mejor de mí conciencia y esmero, con la esperanza que no he de morir sin ver una Guatemala trasformada y desarrollada. De corazón doy las gracias a ¨El Siglo¨ por el espacio otorgado y la confianza depositada en mi persona en pro de la defensa en todo momento de la legalidad y el estado de Derecho.

En palabras de mi amigo el Licenciado Erick Fernando Rosales: ¨Siempre es bueno quemar etapas para encontrar nuevos brillos en el horizonte¨.

Ad astra per aspera…

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