Columnas

¿Respeto?; ¡Respeto!

Conversemos Acerca De:

No hace mucho una persona – compañero de trabajo, pero tal vez con una relación de buenos días, buenos días – me preguntaba: ¿cómo una persona se puede ganar el respeto?, pregunta que me hacían por primera vez, que me sorprendió realmente y por ende no logré concretar una primera respuesta.

La reflexión me duró – no sé – ¿ese mismo día, al día siguiente? Me costaba no responder y me comunique con la persona unos días después. ¿Por qué la pregunta? Fulano (lo llamaré así de ahora en adelante, por ética) Su respuesta fue: “es que aprecio que hay personas que en nuestro trabajo son respetados y otros no, y a los que respetan les responden”

Mi respuesta: creo que hay diversos factores y/o valores que inciden en que una persona se gane el respeto, el cual debe ir “cosechando”, sin proponérselo. Para aprender para valorar una respuesta más sólida me remito a las acepciones acerca de la palabra respeto: 1. Consideración, acompañada de cierta sumisión, con que se trata a una persona o una cosa por alguna cualidad, situación o circunstancia que las determina y que lleva a acatar lo que dice o establece o a no causarle ofensa o perjuicio.

Hagamos un alto, estimado(a) lector(a) ¿Sumisión?, no me convence para nada, es más discrepo que haya sumisión – Definición desumiso: “Acción de someterse, sin cuestionarlos, a la autoridad o la voluntad de otra persona o a lo que las circunstancias imponen” – para una persona que se respete a sí mismo. ¿Otra definición? 2. Consideración y valoración especial que se le tiene a alguien o a algo, al que se le reconoce valor social o especial, la cual me parece más viable, no a mi persona aclaro.

Mmmm, ésta me agrada más, ya que esa posible valoración especial, entiéndase la opinión de los que te rodean (cercanos y lejanos) se logra, cuando eres el ejemplo en todo (o casi todo, porque somos humanos), entiéndase comunicación verbal creíble, sólida en conocimientos, “sabe de lo que habla”, convence; hoja de vida o curriculum vitae con vasta experiencia – aunque no necesariamente implica muchos años – en un mismo rubro o de amplio espectro en responsabilidades y logros; alto nivel de organización, saber equilibrar la exigencia con la tolerancia, se preocupa por la vida cotidiana de sus trabajadores sin distinción de ocupación, de edad y género.

Sociable, sonríe cuando hay que sonreír, frunce el ceño ante la preocupación de una tarea no cumplida y solicitada en su momento; cumple con sus responsabilidades y logra que el resto con los cuales tiene una relación laboral estrecha lo hagan, bien por sinergia porque irradia, “arrastra” que las personas le sigan (sin sumisión) y no por la responsabilidad asignada.

Ecuánime, es decir obra con rectitud, justicia e imparcialidad (esto último complejo de balancear, más cuando no eres el que decides finalmente); comparte el tiempo – escaso pero necesario, ante el resto de sus funciones – con sus compañeros de trabajo de las diferentes áreas, inclusive de felicitar a una persona por su cumpleaños o el extremo contrario de dar el pésame ante el fallecimiento de un familiar indirecto, lo cual mencionaría como detallista; ¿otras cualidades?  Una adecuada actitud y aptitud, abierto a escuchar y sugerir, llegar primero e irse último, lo que determina un horario de trabajo impreciso, pero necesario.

Posiblemente preocuparse más por todo lo que sucede en su centro de trabajo y pasar a un segundo plano a su núcleo familiar (craso error); todo esto y posiblemente lo que puede aprenderse u observarse de otros(as) lo que permitiría certificar que esa persona es digno de respeto, pero que a su vez respeta al resto; Algo importante fulano, espero que haya logrado satisfacer tu interrogante, para lo cual requieres de tiempo y esfuerzo para darte a respetar.

TEXTO PARA COLUMNISTA

Lea mas en: https://elsiglo.com.gt/2019/04/01/guardan-relacion-alerta-miedo-o-agresion/

Ernesto González Valdés

Nació en la ciudad de La Habana, Cuba y es nacionalizado Nicaragüense tiene estudios superiores de Licenciatura en Pedagogía y posgrados en Química Orgánica y elaboración de materiales didácticos.

Avatar de Ernesto González Valdés