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¿Se puede hablar de “músicas” o se trata de una disciplina universal?

Hablemos De Música

La música es vista como una de las siete bellas artes y por lo tanto como un ente universal. Una disciplina presente en todo el mundo y con muchos años de existencia. El concepto de denominar algo como “un bello arte” inició en el siglo XVIII para hacer a las artes más conocidas y populares entre el público. De esta forma nació el discurso de que una bella arte es aquella lograda con una técnica de alta calidad para alcanzar la posición de bella arte. De igual forma, en el siglo XIX se desarrolló el discurso de que la música es un ente universal y por lo tanto parte de la humanidad como una bella arte. Sin embargo, muchos musicólogos y etnomusicólogos, sobre todo, hablan de las “músicas” y algunos hasta rechazan el concepto en singular: música.

Como he mencionado anteriormente, el discurso de la música como un ente universal se desarrolló a lo largo del siglo XIX a tal punto que es una de las definiciones más comunes para describir a la música. Al momento de buscar la palabra “música” en Google, se encuentran con muchísimas definiciones de este tipo. El concepto occidental más popular es el siguiente: la música es una forma del arte y actividad cultural en la cual el sonido y el tiempo están organizados y en sintonía; los elementos más comunes de la música son la afinación (la que determina la melodía), la harmonía, el ritmo (junto con sus conceptos de tiempo, métrica y articulación), las dinámicas (si es fuerte o callado) y los elementos sónicos de timbre y textura (el cual a veces es conocido como “color”). Esta definición es bastante certera en muchos aspectos y hasta hace sentido en su definición, pero quizá sólo es una definición aceptada por un cierto grupo de personas. ¿Qué ocurre si la música no cumple con esta definición? ¿Se trata acaso de algo que no es música? ¿Quién decide si los sonidos están organizados o no? Debido a estas preguntas es que esta definición es problemática y sólo es aceptada por un cierto grupo de personas. Y esto conlleva a otra pregunta: ¿qué hay del lado creativo y cultural? Esta definición no incluye nada de eso.

Si bien es correcto que la música puede definirse desde muchos puntos de vista, el aspecto cultural no debería de ser omitido, ya que es de suma importancia. La creación musical no podría existir sin una cultura a la que pertenezca. Y según la cultura a la que pertenezca, cierta clase de sonido será percibido como organizado o no; de igual forma, la música cumplirá cierta función en los individuos de ese grupo o cultura.

Ahora bien, ¿en qué momento se puede hablar entonces de músicas o de música? La música tiene muchísimas definiciones según el punto de vista desde el cual surja dicha definición. La etnomusicología ve a la música como parte esencial y creativa del individuo y su entorno, mientras que la musicología sistemática ve a la música como el producto de una frecuencia con cierto efecto en el receptor. La música tiene entonces muchas definiciones y significados. Por lo tanto, sí se puede hablar de “músicas”. La música creada en Madagascar seguramente suena muy diferente a la música creada en Chile y no sólo su sonido o estilo es diferente, sino su percepción y significado también. La música en un lugar puede que sea escuchada y percibida únicamente por entretenimiento, mientras que en otro lugar puede ser por religión o algún otro acontecimiento social. Seguramente el concepto de “música” es rechazado por muchos por el hecho de que no incluye todas las definiciones y significados que la palabra puede tener.

La palabra música se origina del griego y significa “el arte de las musas”. Aunque su epistemología sea griega, es una palabra que todas las personas en el planeta pueden comprender. Y aunque la mayoría no conozca todas sus definiciones y connotaciones, el simple hecho de que el término de alguna forma pueda ser asociado a sonido, es quizá lo único universal en ella.

TEXTO PARA COLUMNISTA

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Karla Noack

Universidad de Viena, Viena, Austria Licenciatura en Musicología Conservatorio de Viena Soprano Karla Noack, una completa entusiasta de la música y sus diversos enfoques. De la opinión que la música es un factor vital en las diversas culturas del mundo y juega un papel prioritario como medio de expresión humana. La vida no me alcanza para dedicarme a todas las ramas de la música, por lo que he escogido la ópera y la etnomusicología. Espero poder dar un buen aporte a ambas disciplinas. Soy tan sólo una chica que canta muy fuerte en la ducha y disfruta mucho de la compañía canina.

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