Columnas

Trabajo para los adultos

Petardo

Como cosa interesante que está promoviendo la primera dama de la nación de Guatemala apoyando a la secretaria de obras sociales y al Ministerio de Trabajo de previsión social, es una iniciativa para que la iniciativa privada y el propio gobierno de la República de Guatemala empleen a los adultos mayores, promoviendo el espacio laboral estable para personas que tienen más de sesenta años.  Muchos gobiernos tanto en el poder Ejecutivo y más aun el Legislativo a menospreciado al adulto mayor que vive en nuestro país, se olvidan que los adultos mayores cuentan con la capacidad experiencia y su buena voluntad, aportando a Guatemala y a sus hogares la experiencia que han adquirido por muchos años.

Tanto la primera dama de la nación como el ministerio de trabajo ya tuvo acercamientos con empresarios quienes están de acuerdo de apoyar esta iniciativa dado que los adultos mayores cuentan con mucha experiencia ,responsabilidad puntualidad y honradez. Esto vendrá a favorecer a los adultos mayores que ya están jubilados y quienes en algunos casos apenas reciben como pensión de su jubilación salarios miserables de cuatrocientos quetzales. Para comprender mejor debemos saber que la Tercera edad o senectud es un término antropológico-social que hace referencia a las últimas décadas de la vida, en la que uno se aproxima a la edad máxima que el humano puede vivir. En esta etapa del ciclo vital, se presenta un declive de todas aquellas estructuras que se habían desarrollado en las etapas anteriores, con lo que se dan cambios a nivel físico, cognoscitivo, emocional y social.

No obstante, debido que la edad biológica es un indicador del estado real del cuerpo, se considera que se trata de un grupo de la población que tiene 65 años de edad o más.  En Japón, la vejez es un símbolo de estatus; es común que a los viajeros que se registran en los hoteles se les pregunta la edad para asegurarse de que recibirán la deferencia apropiada. En contraste, en Estados Unidos el envejecimiento por lo general se considera indeseable.  Los estereotipos sobre el envejecimiento, internalizados en la juventud y reforzados por décadas de actitudes sociales, pueden convertirse en estereotipos personales, que a nivel inconsciente y a menudo actúan como profecías que se autorrealizan. Incluso hay países desarrollados que otorgan trabajo sin discriminar por la edad y donde prima la experiencia y capacidad.

El envejecimiento activo se aplica tanto a los individuos como a los grupos de población. Permite a las personas realizar su potencial de bienestar físico, social y mental a lo largo de todo su ciclo vital y participar en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, mientras que les proporciona protección, seguridad y cuidados adecuados cuando necesitan asistencia. El término «activo» se refiere a la participación continua de los adultos mayores en forma individual y colectiva, en los aspectos sociales, económicos, culturales, espirituales y cívicos, y no solamente a la capacidad para estar físicamente en lo laboral o participar en la mano de obra. En sus inicios, algunas definiciones le dieron mayor énfasis al aspecto laboral definiéndola como la capacidad de las personas de llevar vidas productivas en la sociedad y en la economía a medida que se envejece, es decir, esperamos que los nuevos candidatos que aspiran a ser presidente, diputados y alcaldes tomen esta iniciativa de la primera dama de la nación y el ministerio de trabajo en concordancia con la iniciativa privada y conviertan este paso positivo y lo conviertan en ley, dándole oportunidad a nuestros adultos mayores para seguir laborando y ayudar a engrandecer a Guatemala.

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Leonel Guerra Saravia

Médico y cirujano con maestrías de ciencias sociales, política, relaciones internacionales y filosofía.

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