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Urge vigilar la elección de magistrados

Poptun

Se ha iniciado el proceso de elección de magistrados de las altas cortes del Organismo Judicial: Corte Suprema de Justicia (CSJ) y Corte de Apelaciones (CA).  El proceso culminará en octubre con la votación que realice el Congreso de la República de Guatemala y que fijará la lista de elegidos.

Las elecciones revisten vital importancia porque estas cortes administran justicia en múltiples asuntos judiciales.

La CSJ es  el máximo tribunal de justicia en el país. Tiene competencia para resolver recursos de casación, procesos de amparo y diversos antejuicios.  Además desarrolla una función administrativa, entre ellas, emitir reglamentos, acuerdos y órdenes ejecutivas para el buen funcionamiento de la administración de justicia, una es asignar la competencia a los tribunales del país.

La CA se conforma por una serie de tribunales de segunda instancia en materia civil, penal, laboral y mayor riesgo, entre otras. Tiene a su cargo resolver en segunda instancia todos los procesos jurisdiccionales cuando se plantean recursos contra la resolución de un juez de primera instancia y eventualmente de jueces de paz, así como conocer en primera instancia antejuicios y amparos de conformidad a la ley.   

La selección de magistrados de estas cortes, es más sencillo y distinto al proceso de nombramiento de jueces de paz y primera instancia.

La elección de magistrados está a cargo de una Comisión de Postulación. Cualquier abogado, tenga la experiencia o no, los méritos o no, puede solicitar ser magistrado de estas altas cortes.  Los aspirantes únicamente deben cumplir requisitos formales, presentar su currículo vitae y acompañar la documentación de soporte.

En las categorías de juez de paz y de primera instancia, la selección se efectúa a través de un concurso por oposición a cargo del Consejo de la Carrera Judicial. Los aspirantes deben llenar requisitos legales, culturales, educacionales y formales y someterse a evaluaciones técnicas y psicométricas, entrevistas,  así como superar una etapa de auditoria social y aprobar un curso de formación inicial con duración mínima de ocho meses. Para ser juez de primera instancia es requisito haber ejercido la judicatura de paz.

En 2014 para la elección  de los magistrados actuales; varios aspirantes denunciaron la imposición de cobros, exigencia de devolución de favores y distintos arreglos. Aparentemente participaron en estas anomalías, comisionados, operadores políticos y diputados. Estas corruptelas ya eran un secreto a voces en los procesos de elección de magistrados.

Una de esas denuncias la presentó Claudia Escobar, quien era magistrada de la Sala Quinta del Ramo Civil de la CA. Ella reveló que el exdiputado Gudy Rivera le ofreció asegurar su reelección como magistrada a cambio de beneficiar a la ex vicepresidenta del país dentro de un amparo interpuesto ante esa Sala.

En febrero de 2018, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y el Ministerio Público, confirmó de cierta manera (no hay sentencia)  las anomalías existentes en ese proceso de elección, al presentar el caso “Comisiones paralelas”, en las que se revelan arreglos debajo de la mesa.   

El proceso para elegir a magistrados continúa igual, pues fracasó en el 2016 el intento de reformar la Constitución que proponía suprimir las comisiones de postulación y crear  mecanismos de selección de jueces y magistrados de todas las categorías bajo criterios de transparencia, publicidad, objetividad y meritocracia, así como la institucionalización de la carrera judicial desde la judicatura de paz hasta la CSJ.

El proceso actual de elección de magistrados no reúne los estándares necesarios para garantizar que la función jurisdiccional se desarrolle en forma independiente, pues no se valora objetivamente los conocimientos y méritos profesionales de los aspirantes y con ello no se puede determinar la idoneidad de los mismos.  Frecuentemente se eligen a aquellos que tienen un “amigo o familiar poderoso” y que contradictoriamente no ha ejercido la función de juez, por lo tanto no poseen la experiencia para administrar justicia, ni son capacitados para ejercitar tan altas investiduras.

El proceso desarrollado es político porque la elección la efectúa un órgano eminentemente político. La elección realizada por el Congreso rompe el principio de independencia de poderes y restringe la carrera judicial en Guatemala.  Una auténtica carrera judicial tiene como base que quienes accedan a esos cargos, previamente hayan ejercido la función de juez.

Nuestro país se ha caracterizado por una falta de justicia y prevalencia de impunidad, especialmente en los casos de gran corrupción, muchos desestimados por estas altas cortes. A la vez el proceso de elección de magistrados sigue igual al del año 2014, por lo tanto es imperativo ser vigilante de estas elecciones para exigir que preferentemente sean nombrados jueces independientes en dichos cargos, pero además reclamar que el proceso sea transparente, público y objetivo para que se respeten los méritos y  no reine el nepotismo.

TEXTO PARA COLUMNISTA

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Mireya Batún Betancourt

Abogada, Notaria y Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales, postgrado en Criminología, especialista en ejecución penal con estudios en Doctorados de Ciencias Penales y Derecho Constitucional Internacional.

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