Los que ayudan, no reciben apoyo
El oficio de bombero es uno de los más nobles de la sociedad. De manera desinteresada y voluntaria ponen en riesgo su vida para salvar la del prójimo, pero estas magníficas personas reciben poco o nada por el sacrificio
ofrecido día a día.
La tragedia del bombero Erick Limatuj Castillo, de 20 años, quien murió el jueves pasado tras estar una semana con muerte cerebral luego de ser atropellado el Miércoles Santo por un taxista presuntamente ebrio, ha puesto en evidencia las precariedades de esta profesión.
César González, comandante general de los bomberos Voluntarios, indica que el 80% de los socorristas no son de planta y se les provee de un seguro de vida, pero no están afiliados al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).
“Muchos trabajan en empresas y allí sí están afiliados, pero los que trabajan por su cuenta no tienen seguro social. Ojalá las autoridades nos ayuden para que todos los bomberos lo tengan”, agregó.
Los bomberos Municipales sí cuentan con un seguro de vida y quienes prestan sus servicios de manera permanente figuran entre los beneficiados con cobertura del IGSS, se informó.
SUEÑO TRUNCADO
“Erick se ha ido físicamente, pero vivirá en nuestros corazones”, dijo Aura Leticia Limatuj, quien no se resigna a que su joven hermano bombero haya perdido la vida.
“Estaba por graduarse de bachiller y quería estudiar ingeniería industrial en la universidad. Ya había juntado el dinero para irse este mes a México, donde recibiría un curso de paramédico, agregó.
Nimatuj considera necesario que los bomberos cuenten con servicios hospitalarios, porque Erick llegó al Hospital Roosevelt, donde considera que quizá no hubo la atención primaria adecuada, pero agradece a los superiores de Erick haber logrado llevarlo al Seguro Social.
“Creo que tenía un seguro de vida, pero no IGSS y se hace necesario que todos gocen de ese servicio en el futuro”, agregó.
Erick había comprado su moto días antes de su accidente y ese día entraría a su turno a las siete de la noche, pero ya no pudo hacerlo.
El reporte de la comisaría 15 de la Policía Nacional Civil detalla que el conductor del taxi, Hugo Leonel González Botón, de 44 años, chocó contra la motocicleta que conducía la víctima. Este será acusado por el MP de homicidio culposo.
Aura Limatuj
Hermana
“Se ha ido físicamente, pero vivirá en nuestros corazones”.
Otro piloto ebrio
Socorrista perdió pierna
En enero de 2015, un conductor ebrio arrolló a dos bomberos Voluntarios que atendían un accidente de tránsito en el km 29.5 de la ruta Interamericana.
El piloto fue identificado como Diego David Canel Luna, de 23 años, quien lesionó a los rescatistas Rolando Caal y Henry Hernández.
Tras el impacto quedó inconsciente Caal, mientras que a Hernández le amputaron la pierna izquierda. El conductor quedó libre bajo fianza por un delito menor.