Los 5 pecados del Real
El Real Madrid se agarrotó en el Volkswagen Arena de Wolfsburgo. El Madrid volvió a sucumbir en Alemania, pero el de enfrente no era el ogro alemán que atemorizó a los blancos en décadas pasadas. Es el octavo de la Bundesliga (está a 34 puntos del Bayern, líder). Un Wolfsburgo que con entusiasmo, orden y Draxler le bastó para bajarle los humos a un Madrid que pecó de falta de intensidad.
1. Falta de intensidad
El Real Madrid jugó sin pasión. Aunque es cierto que el equipo salió bien al césped del Volkswagen Arena (le anularon un gol a Cristiano en el 1’ y reclamaron un penalti a Bale en el 3’), poco a poco fue perdiendo jerarquía hasta que llegó el penalti de Casemiro y el gol de Ricardo Rodríguez (minuto 17). Ahí se desataron los despistes y los errores defensivos. La defensa quedó retratada y los alemanes aprovecharon con envíos a la espalda de laterales y centrales. Entre Danilo, Ramos, Pepe y Marcelo perdieron 55 balones… El 2-0 les puso en evidencia.
2. Danilo
El brasileño merece un capítulo aparte. Zidane volvió a hacer una concesión al palco y le dio la titularidad sentando a Carvajal, el mejor del Camp Nou. El canterano, ante el Barcelona, volvió a dar un magisterio de presión y colocación. Sus números le señalan: recuperó solo un balón, el que menos de todo el once del Madrid incluido Benzema, que jugó 40 minutos. No ganó ningún balón aéreo, ningún duelo, no despejó ningún disparo. Un error antes del inicio del partido y por ahí, por la derecha, comenzó el derrumbe del Madrid.
3. Benzema jugó 28 minutos rengueando
El francés estuvo jugando 28 minutos lesionado en la rodilla tras una entrada de Naldo. Zidane le aguantó en el campo y eso pesó. Incluso con esa cojera ostensible, Karim estuvo a punto de marcar. Pero el técnico no tuvo la iniciativa de sustituirle. “Yo le preguntaba y él me decía que podía seguir. Cuando me dijo que ya no podía decidí sustituirle”, confesó Zidane.
4. Fallo en los cambios
El primero fue obligado por la lesión de Benzema en el minuto 40, con 2-0 en el marcado. Zidane decidió meter a Jesé, un delantero, cuando el partido requería fortalecer la media con un centrocampista. En el Madrid no había conexión entre Modric, mal ante el Wolfsburgo, y Kroos, irrelevante. Pese a desintegrarse la BBC con la lesión de Karim, Zizou se empeñó en mantener el 4-3-3 y el equipo se empantanó. Después, en el 64’, en la fase decisiva del partido, decidió quitar a Modric para meter a “Isco”, que no agitó al equipo de la forma esperada. La salida de Kroos por James (el equipo acabó con un solo mediocentro, Casemiro) volvió a evidenciar la falta de claridad del técnico.
5. Cambio de Bale a la derecha
Gareth Bale arrancó el partido en la izquierda, variante que desplazó a Cristiano de su zona de confort. El galés brilló en esa demarcación, su sitio natural. Volvió loco a Vieirinha, pero el equipo se empeñó en volcarse a la derecha. Pero en el minuto 68, justo cuando se produjo la pelea como consecuencia del alboroto entre Marcelo y Arnold, Bale tuvo una conversación con Zidane. El partido acabó 2-0 y al Madrid, ahora, le toca remontar el próximo martes en el Bernabéu para seguir soñando con el clavo ardiendo de la Undécima y así salvar una temporada convulsa.