Vida

Soulfly viene a romper tímpanos

Ritmos tribales, guitarras distorsionadas, un bajo que hará vibrar el piso y una batería poderosa son el pronóstico para esta noche, cuando Soulfly se presente por primera vez en Guatemala.

La importancia de Max Cavalera en el underground es enorme. Tras dejar Sepultura por diferencias personales con los otros miembros, fundó Soulfly y siguió cultivando las influencias étnicas y tribales que, mezcladas con su guitarra de cuatro cuerdas y su característica voz rasposa, son la receta que hacen de Soulfly un plato perfecto.

Ahora, tras el concierto que ofreció el año pasado con Cavalera Conspiracy, Max regresa con Soulfly acompañado por el guitarrista Marc Rizzo, el bajista Mike Leon (ex Havok) y su hijo Zyon Cavalera en batería.

TRAYECTORIA PESADA

Desde 1998, Soulfly se caracteriza por sus ritmos pegajosos y percusivos, y por una larga lista de músicos invitados como Dino Cazares & Burton C. Bell (Fear Factory), Chino Moreno (Deftones), Tom Araya (Slayer), Corey Taylor (Slipknot), Billy Milano (S.O.D.) y Dave Ellefson (Megadeth), modalidad que empezó desde su primer disco.

Al respecto, Max afirma que tiene muchos amigos en otras bandas y que esas colaboraciones son un tributo a la amistad. Todavía recuerda cuando Mitch Harris, de Napalm Death, aportó vocales a la canción K.C.S., del disco Savages.

“Mitch ha sido amigo de los Cavalera durante tantos años, que incluso hay videos de él cambiándole pañales a mi hijo Zyon. Un día vino a visitarnos al estudio y le pregunté, así de la nada, si estaba listo para grabar. Mitch aceptó y hubo un momento en que gritó tan fuerte, que uno de sus ojos estuvo a punto de salírsele, como en las caricaturas. Es lo más metal que he visto en mi vida”, ríe.

De hecho, es esa mezcla de extremismo musical y buenas vibras lo que siempre ha caracterizado el mundo de la familia Cavalera. Y no solo eso: la progresión musical ha sido una constante para Soulfly. Mientras que sus primeros discos, Soulfly (1998), Primitive (2000) y 3 (2002), podrían clasificarse como groove metal, con los más recientes, Savages (2013) y Archangel (2015) ha regresado a la velocidad y agresión del thrash metal con influencias punk.

Y eso es lo que le espera a quienes asistan hoy a este concierto: canciones como We Sold Our Souls to Metal, Archangel, Ishtar Rising y Sodomites, de su último disco, se alternarán con temas clásicos de Sepultura como Refuse/Resist, Territory, Troops of Doom, Arise y Roots Bloody Roots, que ya no pudieron tocar con Cavalera Conspiracy el año pasado, y es una deuda con los fans guatemaltecos. “Estamos listos para una jornada de caos total en Guatemala. Los vemos en el mosh!”, comenta Max.