En deuda con la Madre Tierra
Flor Rosas
Comunicadora Social
La Madre Tierra, una expresión común en distintas regiones y culturas para referirse al planeta que habitamos, significa además el reconocimiento del vínculo común e indivisible que existe entre los elementos y seres que conformamos esta comunidad.
Debemos estar conscientes de que la Tierra es fuente de vida, así como de recursos naturales y económicos que garantizan nuestra subsistencia y el de las futuras generaciones. Es evidente la degradación y los daños, muchos de ellos irreversibles, que enfrenta nuestro planeta.
Los serios problemas relacionados con el medioambiente, como la contaminación, el cambio climático y la escasez de agua y alimentos se deben a la explotación desmedida de la naturaleza y a la falta de conciencia sobre los efectos de estas acciones.
Es necesario reflexionar sobre la necesidad de promover hábitos y formas de vida que contribuyan a la conservación de la biodiversidad, el cuidado del agua y mantener la armonía de nuestro entorno.
Desde los años 70 se ha conmemorado una fecha para rendir homenaje al sitio que nos cobija, lo que a la vez se convierte en una invitación a que nos unamos para cuidar y preservar los recursos de los cuales depende nuestra existencia.
En 2009, la ONU declaró el 22 de abril Día Internacional de la Madre Tierra, con el objetivo de promover el compromiso individual y colectivo de honrar y proteger nuestro hogar de forma permanente, “para lograr el justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales”. Asimismo, “para destacar la necesidad de ayudar a mejorar la vida de los niños y adultos que sufren a causa del desorden a fin de que puedan llevar una vida plena y significativa”.
Estamos en un momento crucial para modificar nuestra conducta y guiar nuestra actividad cotidiana por principios como la prevención, el uso racional de los recursos, el respeto por la naturaleza y la participación ciudadana.
Todos estamos en deuda con la Madre Tierra y es tiempo de que respondamos al llamado que nos hace.
“Para sembrarte de guitarra para cuidarte en cada flor, y odiar a los que te castigan, mi amor, yo quiero vivir en vos” (Serenata para la tierra de uno, de María Elena Walsh, en: https://youtu.be/muyF3oXbCCA).
