Un paso más al oscurantismo y la crisis europea

La historiadora Anne Applebaum escribió, el 21 de junio, una columna sobre el brexit, con el título “Más allá de la economía”. La razón de analizar el tema desde esa perspectiva fue, según Applebaum, que muy pronto quedó claro que los partidarios del no al brexit tenían los argumentos económicos más sólidos, pero que la economía no era el tema que interesaba a los brexiters.

La campaña de los brexiters estaba, más bien, basada en un discurso antiinmigrante, nacionalista y nativista.

También el columnista Janan Ganesh, señaló la despreocupación con la que los brexiters veían las repercusiones económicas.

La razón de que los brexiters otorgaran poca importancia al impacto económico negativo en la mayoría de británicos, escribió Ganesh, radica en que pertenecen a la élite económica y social británica.

En ese sentido, señalaba Rafael Behr, la pérdida de empleos, el caos en los mercados y el pánico no tienen ninguna importancia para Boris Johnson y Michael Gove, dirigentes del movimiento brexit, porque son personas muy ricas y con conexiones poderosas.

Por eso rechazaron los análisis serios que indicaban los problemas económicos  a los que deberían enfrentarse el Reino Unido y sus habitantes al abandonar la UE.

La actitud de los brexiters fue señalada, además, como oscurantista por Philip Stephens, después de que Michael Gove expresara su desprecio por las opiniones de los expertos, con una celebración abierta de la ignorancia. La columna de Stephens iba acompañada de una caricatura en la que se representaban libros ardiendo en una hoguera.

La explotación de la ignorancia se hizo por medio de una propaganda basada en prejuicios y falsedades. Por ejemplo, señalaron como principal riesgo a los inmigrantes no europeos, cuando en realidad los brexiters apuntaban sus baterías contra los inmigrantes provenientes de Europa Oriental y otros países de la UE.

El triunfo del brexit en Gran Bretaña se trasladó al proceso electoral de Estados Unidos y reconfirmó como temas centrales la inmigración y el control de las fronteras.

Desde Escocia, donde recibió los resultados del referéndum, el candidato Donald Trump señaló las similitudes entre Gran Bretaña y Estados Unidos. En Gran Bretaña, dijo, el resultado del referéndum indica que los ciudadanos quieren recuperar su país y controlar las fronteras, lo mismo que ocurre en  Estados Unidos.

Por otro lado, el triunfo del brexit ha propiciado que otros países con fuertes movimientos de extrema derecha renueven su posición separatista. Marine Le Pen, por ejemplo, felicitó a los líderes del brexit y pidió un referéndum en Francia. La desintegración de Europa es una posibilidad muy clara, señala el Wall Street Journal.

El propio Reino Unido puede enfrentar crisis constitucionales muy fuertes, señala Applebaum. Escocia  e Irlanda del Norte votaron por el no al Brexit y, en consecuencia, podrían plantearse abandonar el Reino Unido.

El impacto en la economía global es negativo, señala Sebastian Mallaby, y se hará sentir, particularmente, en los mercados financieros y cambiarios.

En un programa noticioso de la cadena Fox, el conductor Bill Hemmer tuvo como invitado al general John M. “Jack” Keane para explorar las implicaciones de seguridad del triunfo del brexit.

La evaluación del general Keane fue pesimista. Entonces, preguntó Hemmer, ¿quién está contento con el triunfo del brexit?… Putin, le respondió el general Keane a un sorprendido Bill Hemmer.

El triunfo del brexit en Gran Bretaña se trasladó al proceso electoral de Estados Unidos y reconfirmó como temas centrales la inmigración y el control de las fronteras.