Editoriales

El MP desbarata nueva banda de lavado de dinero

Quienes han exigido que las investigaciones por actos de corrupción se extiendan hasta otras administraciones gubernamentales y no sean exclusivas de la encabezada por Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, pueden empezar a sentirse tranquilos. El Ministerio Público (MP) ya ha dado un paso nuevo en la búsqueda de otras bandas del crimen organizado. Esta vez, aunque no directamente, ha dado un golpe a una estructura creada en Escuintla durante el gobierno del entonces presidente de la República, Álvaro Colom Caballeros.

El último año del gobierno de Colom, se designó como gobernador de ese departamento del sur a Miguel Ángel Torres Cabrera. Por su cargo, automáticamente se convertía en el presidente del Concejo de Desarrollo Departamental (Codede), con una alta incidencia en los Concejos Municipales de Desarrollo (Comudes). Y por lo visto, Torres Cabrera no desperdició su oportunidad de hacer negocios que, en las condiciones en que se efectuaron, no pueden recibir otro calificativo más que el de turbios.

Con el aval del entonces gobernador, la Organización no Gubernamental registrada como Asodecigua se dio a la tarea de desarrollar, al menos, un proyecto de manera ilícita con el que lavaron dinero hasta por un monto de momento comprobable por Q5 millones.

A Asodecigua se le asignó el proyecto “Mejoramiento Carretera Nacional Escuintla, El Salto”, para lo cual se supone que estaba contratada la empresa Constructores y Contratistas Generales, S.A. (Cocogel), a la cual le habría sido adjudicada la licitación del proyecto. Pero el Ministerio Público descubrió que no sólo las fechas de convocatoria y de adjudicación no coincidían sino, además, se pagó un monto con excedente del que legalmente debía hacerse.

Con todo, los cheques de pago salieron a nombre del vocal de Asodecigua y no de la empresa favorecida, con lo que el problema se agrava.

En fin, el negocio estaba asegurado y los integrantes de la ONG, así como el gobernador, tenían su trato armado. Y esto es lo que hasta el momento se les ha comprobado. Quién sabe con certeza qué otros negocios turbios hicieron, desfalcando las ya empobrecidas arcas del Estado, sin que los supuestos productos a desarrollar, en realidad terminaran beneficiando a la comunidad escuintleca.

Así, un caso más de corrupción ha llegado a los tribunales de justicia. Esta vez, han quedado librados Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti. Y si para satisfacción de algunos sirve, los tentáculos investigadores del MP comienzan a llegar a otras esferas gubernamentales. Nadie asegura que haya líneas vinculantes con el gobierno central de Colom, pero eso solo el tiempo nos lo podrá decir con total certeza pues, de momento, la investigación se ha quedado hasta involucrar a un gobernador departamental que bien pudo haber actuado por su propia cuenta.

Redacción

Equipo de redacción