Columnas

Refugiados, víctimas de la barbarie

En 2015, unas 24 personas por minuto se vieron obligadas a huir de sus hogares y buscar protección, dentro de su patria o en otros países. El informe Tendencias Globales de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados –ACNUR- destacó que unos 12.4 millones de personas se convirtieron en nuevos desplazados por los conflictos o la persecución en 2015. Cuantificó 8.6 millones de personas desplazadas y 1.8 millones de nuevos refugiados.

El informe anual de ACNUR, que analiza el desplazamiento forzado en todo el orbe, establece que 65.3 millones de personas se encontraban desplazadas a finales de 2015, en comparación con los 59.5 millones de tan solo un año antes, evidenciándose la tendencia creciente de la barbarie, que fuerza al desplazamiento interno o al refugio.

Según la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, un refugiado es una persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país […]. Se trata pues, de ciudadanos que abandonan forzadamente su patria, por causas diversas.

El número de personas que huyen de la violencia en C.A. y buscan refugio en países cercanos alcanzó niveles que no se veían desde los conflictos armados de los años ochenta. Según datos recopilados por ACNUR, 3,423 personas, procedentes en su mayoría de El Salvador y de Honduras, solicitaron asilo en México el año pasado.

Hubo un aumento del 65% respecto a las cifras de 2014 y del 164% frente a las de 2013, indicó el organismo, que instó a tomar medidas urgentes para proteger, en particular, a los niños que huyen solos.

“La violencia a gran escala y la persecución a manos de criminales armados se han convertido, junto con la pobreza y el desempleo, en los principales causantes de los flujos de refugiados e inmigrantes” en los citados países, declaró el portavoz del ACNUR, Adrian Edwards, agregando que […] “Esto queda en evidencia al saber que El Salvador, es el país con la mayor tasa de homicidios del mundo”.

La cantidad de solicitantes de asilo político y refugio del Triángulo Norte venía disminuyendo de forma sostenida desde el año 2000, pero a partir de 2010 comenzó a aumentar, hasta cuadruplicarse en 2014. Pasaron de 15,354 a 66,471 peticiones de asilo o refugio en 44 países, reporta ACNUR.

Solo entre enero de 2014 y mediados del año pasado, la cantidad de solicitudes de refugio de estas tres nacionalidades aumentó casi nueve veces, según reportes de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración de Estados Unidos. Las peticiones de los guatemaltecos son las que más crecieron.

En octubre de 2015, ACNUR alertó sobre cómo esa violencia se centra en las mujeres,  en su informe Mujeres en Fuga. “Es una alerta temprana para crear conciencia sobre los desafíos que enfrentan las mujeres refugiadas”, advirtió.

El Gobierno de EE. UU. consideró que el 82% de las mujeres de los tres países entrevistadas en 2015 tenían un temor creíble de sufrir persecución o tortura, y se les permitió presentar una solicitud de asilo.

A pesar de que ninguno de los países del triángulo norte garantiza la vida de sus ciudadanos, el jueves pasado los tres cancilleres demandaron que a los solicitantes no se les otorgue la calidad de refugiados, pues son migrantes económicos “que viajan a EE. UU. para obtener una mejor calidad de vida”. ¿Ceguera, cinismo o demagogia?