Columnas

Paridad política: un derecho

Graciela E. Sandoval

Comunicadora social

En mi intento por formar una organización sin fines de lucro, que permitiera promover la participación política de las mujeres en las posiciones de toma de decisión en Guatemala, tuve una de las peores experiencias de mi vida, por la intimidación y amenaza con arma de fuego apuntando a mi cabeza y dejándome el mensaje “o apoyas a las mujeres o te acabamos”; tomaron mi auto y se dieron a la fuga.

En Guatemala es difícil requerir la protección de la Policía, ya que no existe la garantía de seguridad, pues miembros de esa institución han formado parte del crimen organizado, tal es el caso que en el mismo Ministerio de Gobernación existe una unidad especial para “investigar la posible participación de la policía en bandas del crimen organizado”, pero al parecer solo es el título.

Antes de la amenaza de la cual fui víctima estuve trabajando en un proyecto sobre la “Paridad o igualdad política entre mujeres y hombres”. Este tema me cautivó, porque la igualdad entre mujeres y hombres continúa siendo un desafío en Guatemala, pues hay una visión fragmentada de la presencia de mujeres en las posiciones de toma de decisión.

Actualmente estoy en un país de Centroamérica trabajando; sin embargo, mi temor persiste por lo que pueda suceder a mi regreso. Continúo creyendo que la participación política igualitaria de la mujer en la toma de decisiones públicas es una exigencia básica de justicia y democracia.

La paridad política es un derecho reconocido en el ámbito internacional; los consensos políticos señalan que la paridad e igualdad son compromisos internacionales y obligaciones nacionales, para que los Estados garanticen la democracia paritaria.

La lucha por la igualdad es una necesidad en una sociedad donde prevalece el machismo, incluso en el sector femenino.

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