Nacionales

Medio año al frente del país y sin resultados

No hay retrocesos importantes, pero tampoco avances que beneficien a la población.

En los 183 días (seis meses) de gobierno de Jimmy Morales, junto al vicepresidente Jaffeth Cabrera, quienes resaltan supuestos logros que nadie más ve y los analistas critican la improvisación y la falta de un plan de gobierno.

Por ejemplo, Cabrera aseguró que no ve adversa la gestión que efectúan: “Este es un reto que nosotros adquirimos al aceptar la candidatura y el triunfo. Además, la problemática que tiene el país viene de muchos años atrás”, justificó.

También dijo que el proyecto de gobierno en el que trabajan plantea cuatro ejes: anticorrupción, transparencia, trabajar por la educación, la salud y la seguridad. “Creo que estamos cumpliendo muchas metas que realmente estaban trastocadas en los períodos anteriores.  Además, no se puede medir el trabajo del binomio presidencial, pues para eso debe haber indicadores y  eso no se evalúa.

“A priori. Hemos logrado un avance sustantivo”, insistió.

A su juicio, hasta el momento han trabajado en un plano verdadero de esfuerzo para hacer las cosas cada día mejor, al asegurar que ellos no han cometido errores de comunicación, sino al contrario, ambos se consultan las dudas que tienen. “Nos respondemos como amigos y más que como amigos, como casados que estamos en este matrimonio”.

Por su parte, Heinz Heimann, portavoz de la presidencia, respaldó lo dicho por Cabrera, al manifestar que durante el período que va de gestión, se ha priorizado la educación, seguridad, salud así como la eficiencia en el gasto.

“En educación ya van 120 de los 180 días de clases interrumpidas, por lo que “se va a poder cumplir con los días de clase previstos en el ciclo escolar, ya que se lograron acuerdos entre sindicatos y el sector educativo”.

También espera que se entreguen ocho mil escritorios, para evitar que los niños sigan sentándose en un block o en el suelo, se ha efectuado los aportes para la gratuidad escolar, la refacción y la valija didáctica. “Y se otorgarán plazas a alrededor de 30 mil servidores públicos, especialmente a maestros”.

En cuanto a seguridad, informó que se ha desarticulado más de 43 estructuras criminales, al incautar kilos de droga; el doble en comparación al 2015. “Se estima este año un combate total al narcotráfico, con incautaciones históricas en el país, con el apoyo del Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG)”.

En lo financiero, argumentó que es la primera vez que se logra una tasa de interés en la colocación de bonos, sin precedentes de un 4% a 10 años, “significando un ahorro muy importante para el país”, mientras que antes eran tasas entre 8% a 9%. Y ha mejorado la calificación internacional para el país “gracias a temas de transparencia y de gestión”.

Luego reconoció que se recibió un ministerio colapsado en la red hospitalaria, por lo que hubo que priorizar el gasto y pagar salarios atrasados para evitar huelgas, así como el abastecimiento de los hospitales.  “No es suficiente, falta bastante por hacer en salud”, dijo.

 

Con limitaciones y sin rumbo

Hugo Maul, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), señaló que este gobierno no hizo ofrecimiento alguno sobre el cual se pudiera juzgar; “creo que uno no tiene una rúbrica contra la cual poder establecer una nota; què mal porque no había un plan, pero qué bien porque entonces no se puede comparar”.

Aseguró que el gobierno de Morales ha tenido serias limitaciones y sería injusto no reconocer que algunas de estas son producto de cambios introducidos en las normativas gubernamentales en la parte de contrataciones, así como en el clima de desconfianza y miedo generalizado por el funcionario público en consecuencias administrativas y penales.

Manifestó que en lo que sí se le puede juzgar, es que llevó a personas que no eran idóneas para algunos cargos; “uno pudiera pensar que quizás otras personas habrían podido hacer algo mejor.   Lo que le queda al gobierno es tratar de estabilizar el día a día, antes de intentar grandes reformas”.

Mientras tanto, Christians Castillo, del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ipnusac), señaló que “el Gobierno de la República ha sido un actor secundario durante su primer semestre de gestión. Aunque ha incorporado a técnicos especializados en la gestión sectorial, sigue careciendo de un plan estratégico mínimo y de una visión que acompañe la tendencia hacia las reformas”.

Afirmó que el país atraviesa varios campos en medio de polémicas, como en la justicia y el tema económico. “A diferencia de administraciones anteriores, la crítica no se ha centrado tanto en la administración de gobierno, debido a que la atención pública la atrae la batida contra la impunidad y la corrupción que llevan a cabo el MP y la CICIG. Sin embargo, en la prestación de los servicios básicos, se resiente la ausencia del Estado, no hay políticas ni programas, en particular en salud, educación y apoyo a la pequeña producción en zonas rurales”.

Concluyó con que el Gobierno camina sobre una delgada capa de gobernabilidad por demandas sociales insatisfechas, pero sobre todo, por las reacciones en grupos fácticos de poder que han provocado los procesos penales del MP y la CICIG.

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