Columnas

Prominentes compositores (II)

La semana pasada mencionaba a varios compositores negros de música clásica que enfrentaron dificultades para ser reconocidos en este ámbito durante los últimos 200 años. Por fortuna las nuevas tecnologías nos permiten, en la mayoría de casos, disfrutar de sus creaciones.

Termino este recorrido con otras figuras relevantes cuyas obras son de incalculable belleza y calidad compositiva.

Maurice Arnold Strothotte (1865-1937) estudió en Berlín y escribió una ópera y una sinfonía que fueron elogiadas por Dvorák, pero su trabajo rara vez fue interpretado. Se retiró y terminó haciendo de su violín un canal de enseñanza viva con la ejecución de operetas provinciales.

Al igual que Strothotte, Will Marion Cook (1869-1944) estudió en la misma ciudad alemana y fue elogiado por el gran maestro checo. Fue aclamado por sus espectáculos en Broadway y canciones con influencias del ragtime, pero le resultó casi imposible alcanzar los niveles de la composición “recta”.

Una historia triste fue la de Scott Joplin (1867-1917), hijo de un exesclavo de Texas; comenzó como músico itinerante por los estados del Sur, tocando el piano en “clubes de caballeros”. Con el cambio de siglo sus piezas, tales como Maple Leaf Rag, se habían convertido en una sensación nacional, pero estaba desesperado por ser tomado en serio como compositor orquestal. Su ópera Treemonisha fue casi ignorada, y murió loco en 1917.

William Grant Still (1895-1978) escribió 150 obras, estudió con Edgard Varèse y fue el primer afroamericano en dirigir una importante orquesta sinfónica de Estados Unidos (la Filarmónica de Nueva Orleans). Escribió para Hollywood y sus trabajos fueron interpretados por las principales orquestas del mundo, incluyendo su poema sinfónico África (1930).

Florencia B Precio (1887-1953) se convirtió en la primera mujer afroamericana en tener una obra interpretada por una orquesta importante. La Sinfónica de Chicago estrenó su Sinfonía en mi menor en 1933. A pesar del éxito en vida, sus composiciones raramente se ejecutan hoy.

George Walker (1922) fue el primer compositor estadounidense negro en ganar el premio Pulitzer de música en 1996. Afortunadamente, sigue siendo una figura de culto en el mundo de la composición contemporánea.