Columnas

¿Por qué somos pobres?

Muchos se preguntan por qué somos pobres. Las respuestas son variadas y, por supuesto, su tono dependerá del sector que provengan. Hay grupos extremistas, principalmente del lado derecho del espectro sociopolítico, que se atreven a decir que las personas son pobres porque quieren. Claro que esa es la peor ridiculez que he escuchado, pero igual cada quien tiene derecho a pensar como quiera. ¿Quién en esta vida podría querer ser pobre y negarse la oportunidad de disfrutar de todo lo que este mundo puede proveer? Creo que nadie.

Otros plantean que para dejar de ser pobre solo hay que convertirse en empresario y que para ello únicamente hay que tener una idea y ponerla en acción. Aquí estoy de acuerdo con la parte de la idea, pero ya no mucho con que solo hay que ponerla en acción. Y menos cuando me he dado cuenta de que quienes hablan de esta forma de promover la empresarialidad, normalmente tienen a la mano los recursos. Se trata de personas cuyas familias tienen dinero (no son pobres) y les basta con pedirlo para poner su idea en acción. Como dijera un mi amigo… ¡Así cualquiera!

Pero abandonemos esta parte de las explicaciones y vayamos a otro campo que también nos expone razones más que obvias. El mundo de los indicadores.

Dese a la tarea de un día revisar las cifras oficiales, para que vea que no hay engaño en esto, y busque el salario mínimo en la página de Internet del Ministerio de Trabajo y Previsión Social, ahí verá que los ingresos de la mayoría de guatemaltecos no va más allá de Q2,747.04. Luego revise la página del INE, página 17, donde verá que la Canasta Básica de Alimentos cuesta Q3,773.40. Desde allí ya verá que a la mayoría de connacionales lo que ganan trabajando no les alcanza ni para comer, pues entre sus ingresos y lo que necesitan para alimentarse hay un déficit de Q1,026.36.

Que conste que aquí no se tomó en cuenta, para nada, otra cosa que no fuera comida. O sea que aparte del déficit aún faltaba tomar en cuenta el alquiler de la vivienda, transporte para ir a trabajar, educación para los hijos, gastos médicos, etcétera. Por cierto, en estos rubros debe incluirse hasta el entretenimiento, pues el cuerpo también necesita descanso y diversión para relajarse de las tensiones que provoca el trabajo.

Cómo no ser pobre en tales circunstancias. Encima de todo, el Estado es incapaz de proveernos de servicios básicos como la educación y la salud que luego nos signifiquen mejores oportunidades para trabajar y obtener también mayores ingresos.

Creo que con esto ya no hay mucho más que explicar. La pobreza es parte de nuestro país. Pero lo es, porque hay grupos, incluido el mismo Estado, que así lo permiten. Somos pobres porque algunos han decidido hacerse más ricos, para que otros seamos más pobres. Si quienes dirigen al país, tanto en términos políticos como en lo económico, no cambian de forma de pensar y actuar, seguiremos siendo pobres por los siglos de los siglos…