Más vale prevenir que lamentar
Desde la tormenta Agatha, Guatemala no se había visto ante una alerta como la que ahora se ha activado. Quizá en la ciudad capital los efectos de Earl no sean tan sensibles, pero lo cierto es que en el norte del país ya comenzó a notarse la presencia de este fenómeno. El huracán avanzaba ayer a unos 70 kilómetros por hora, con dirección a Belice y luego a Petén, después de hacerse sentir en Puerto Cortés y Roatán, en la costa atlántica de Honduras.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), las lluvias no solo se intensificarían con el correr de las horas, sino que durarían incluso hasta hoy durante todo el día. Petén, Izabal y Alta Verapaz serían los departamentos donde Earl se haría sentir con mayor fuerza, pues de tormenta tropical ya había pasado a huracán de categoría 1, luego de haber tocado tierras hondureñas.
Curioso dato, por supuesto, pero a los expertos en estos temas cómo contradecirles. Y es que resulta que, según la teoría, este tipo de fenómenos tiende a disminuir su fuerza al tocar tierra, pero Earl lejos de cumplir esa tendencia pasó de tormenta a huracán, es decir, aumentó su poder.
De momento las autoridades de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) ya ha declarado alerta, pues se considera que las continuas lluvias saturarán los suelos e incrementará las probabilidades de derrumbes, inundaciones por crecida de ríos y daños en la bastante lastimada red vial del país.
En Petén e Izabal, las autoridades educativas ya han declarado cierre de operaciones para hoy y mañana en los centros educativos públicos y privados, para no poner en riesgo la vida de los menores.
La Conred también recomienda estar atento a la información que se haga llegar a través de los medios de comunicación, así como prevenidos con una Mochila de las 72 horas, no poner su vida en riesgo, evitar hacer correr rumores y notificar a la autoridad cualquier posible caso de peligro del que se entere.
Seguir las instrucciones de los expertos, siempre nos dará mayores probabilidades de subsistir ante cualquier desastre. Si usted vive en una zona de peligro, tómelo muy en cuenta. Recuerde que los fenómenos naturales no tienen contemplación con nada ni con nadie. Suceden y arrasan con lo que esté a su paso.
Si vive en zona de riesgo y no tiene por qué salir de casa, mejor ni lo piense, resguarde su vida y la de sus seres queridos. Intentar convertirse en un héroe no será la solución cuando prevea el peligro. Será mejor que busque ayuda y mejor si es de quienes conocen lo que debe hacerse en cada caso especial.
Esperemos que Earl sea benevolente con Guatemala y que los daños sean los menos posibles, así como su impacto en la vida social y económica del país.