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Gestante muere de cáncer

Justos por pecadores, este refrán podría asociarse hasta con la diatriba generada en El Salvador cuando se trata de un tema sensible, problemático y grave en la sociedad como el aborto.

La legislación que mantiene este país para castigar a quienes deciden detener la gestación, y su rigidez, es motivo de controversia

El debate se encendió nuevamente cuando se conoció que una joven murió en el Hospital Nacional de Maternidad de San Salvador, a causa de un agresivo cáncer que padecía, sin poder someterse a los tratamientos indicados porque la legislación de su país prohíbe cualquier tipo de aborto, obviando situaciones médicas y de otra índole.

El doctor Guillermo Ortiz recordó el caso: Era una mujer de escasos recursos que acudió al Hospital Rosales, el principal centro público de atención general del país, por un agresivo cáncer de paladar. La remitieron al centro en el que trabajaba Ortiz. «La enfermedad se la habían detectado al inicio de la gestación, pero ni siquiera le hicieron la biopsia y por supuesto no le dieron quimioterapia ni ningún otro tratamiento», cuenta.

 

embarazada

Los médicos temían afectar con ello a los fetos y que, por consiguiente, fueran acusados de intentar llevar a cabo un aborto y condenados a hasta 12 años de cárcel. Esa es la pena máxima que enfrentan los profesionales sanitarios de El Salvador si se prueba que realizaron tal intervención, mientras que la de las mujeres que se someten a ella es de hasta ocho, aunque también pueden llegar a ser sentenciadas por homicidio agravado y purgar una condena de hasta 40 años.

Este no es un caso aislado y existen múltiples factores de riesgo para los embarazos no deseados.

Redacción

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