Editoriales

Historia, comidas, dulces y feriados

Cuando los primeros pobladores salieron de la ciudad de Santiago de los Caballeros, afectada por unos devastadores terremotos, y se asentaron en el Valle de la Ermita, lo hicieron en la parte norte de dicho valle y bautizaron su barrio como de la Candelaria. Conforme pasó el tiempo, el grupo se amplió y los nuevos colonos del lugar se fueron asentando más al norte, llamando a su barrio de Jocotenango. Ambos en réplica de donde vivían en lo que ahora se conoce como Antigua Guatemala.

Estamos hablando de hechos ocurridos alrededor de 1784. Por esta parte de la historia es que también al antiguo parque Morazán se le rebautizó a finales de la década de los 90 como parque Jocotenango.

Por el día en que se celebró oficialmente el traslado, que fue un 15 de agosto, el rey nombró a la ciudad como Nueva Guatemala de la Asunción, precisamente en honor a la virgen del mismo nombre. Desde entonces, se convirtió en la patrona de la ciudad, y la fecha, en la oficial de la feria.

Para 1937, en el barrio de Jocotenango se comenzó a construir la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, cuyos trabajos concluyeron en 1943. En el lugar, los católicos se reúnen para venerar la imagen de la virgen, la cual tiene un estilo barroco registrado en el siglo XVII.

José Milla y Vidaurre describió la feria como un lugar de celebración religiosa, pero también de exaltación de la cultura en la que se disfrutan platillos y dulces, como una tradición importada desde la Antigua Guatemala.

José Martí también hizo un relato sobre la festividad, asegurando que se trataba de un desfile de modas, en el que hombres y mujeres lucían sus mejores galas para celebrar el día de la patrona.

Pero fue durante el gobierno del presidente Lázaro Chacón cuando la feria cobró mayor importancia, pues se comenzó a celebrar con mayor realce.

Hoy día, las familias suelen asistir a la feria para disfrutar de juegos mecánicos y electrónicos, degustar de platillos típicos de la fiesta como las garnachas, los molletes y los buñuelos, pero también de otras comidas y golosinas más modernas que se han vuelto tradicionales, como los elotes locos y las manzanas en miel.

El tiro al blanco, los futillos y las ruedas, como la de caballitos, la de Chicago y los carritos locos, son tradicionales desde hace muchísimos años, pero a ella se une una gama novedosa de productos que muchos guatemaltecos promueven con tal de hacerse de unos centavos para satisfacer sus necesidades y suplir la falta de trabajo formal.

Así es la feria, y por eso es el día del feriado. En la capital, en realidad, es el único feriado real. El resto de días de descanso oficiales, son simplemente asuetos. Así es que si usted quiere hablar de feriado, en la capital, solo es el 15 de agosto. Por eso es que cada pueblo tiene su propio feriado, porque es el día en que se celebra al santo patrono en honor de quien haya sido fundado.

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