La lucha antinarcótica, una necesidad ingente
Guatemala es un puente comercial natural entre el norte y el sur de América. Pero no solo para los productos que gozan de la legalidad; también de aquellos que atentan contra las normas establecidas para evitar que los negocios ilícitos sigan ganando terreno. Nuestras fronteras son violadas continuamente por el contrabando y por el narcotráfico.
Solo en el último año, en los siete meses de este, más la primera semana de agosto las autoridades habían incautado ocho toneladas de cocaína. La cifra es significativa porque supera en mucho lo decomisado durante todo el 2015, cuando incluso se incautó casi 400 kilos más que en 2014.
Este año ha sido fructífero en la lucha contra el narcotráfico. El viernes 5 de agosto, dentro de un tráiler abandonado en el km 54.5 de la ruta que de Antigua conduce a Palín, fiscales y policías hallaron 139 paquetes de heroína, un cargamento valorado en Q53 millones. Esta es una carga realmente pequeña si se compara con los 580 kilos de la semana antepasada y los 1,448 kilos del 24 de julio pasado.
Las acciones antinarcóticas, por supuesto, que son plausibles, pero las cantidades decomisadas indican la fortaleza que existe entre quienes operan los cárteles y la vulnerabilidad del Estado para atajar estos males, de ahí que se requieran mayores esfuerzos para demostrar que se está a la altura y con el poder suficiente para enfrentar a estas bandas delincuenciales.
No basta con quitarles pequeños cargamentos, porque si se les quitan mil kilos, seguro atraviesan nuestras fronteras, sin que las autoridades lo detecten, con diez veces más. Como en casi todas las áreas, nuestro país necesita más inversión en inteligencia antinarcótica, pero también más recursos para invertir en seguridad ciudadana, el Ministerio Público, la salud, y educación.
Somos un país urgido de inversión, tanto pública como privada, pero si no logramos hacer avanzar y crecer la inversión pública en términos de alcanzar mejores niveles de desarrollo y así dar más certeza a la inversión privada, esta no va a seguir llegando y solo seguirá retirándose.
Para que esto suceda es necesario que todos paguemos nuestros impuestos, pues es la única forma de garantizar que el Gobierno cuente con los recursos para que sus instituciones tengan el dinero que genere cambios. Esa inyección de capital público es clave y punto de partida para que otras inversiones también lleguen, no solo locales sino también extranjeras.
Mientras esa coyuntura se presenta, las autoridades deben seguir dando todo, con los pocos recursos con que cuentan, para que la criminalidad sepa que hay controles, poder y fuerza para combatirlos.
El trabajo de las autoridades ha sido encomiable, pero junto a estas acciones de combate al narcotráfico es necesario buscar formas efectivas de controlar el gasto público de manera eficaz, eficiente y transparente para que la población confíe en su labor.