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El realismo mágico está vigente en Guatemala

Según el académico Luis Leal, en el género del realismo mágico «el escritor se enfrenta a la realidad y trata de desentrañarla para descubrir lo que es misterioso en las cosas, en la vida, en los actos humanos».

Miguel Ángel Asturias define este estilo no como «una realidad palpable, pero sí de una realidad que surge de una determinada imaginación mágica […] en las cuales vemos desaparecer lo real y surgir el sueño, en donde los sueños se transforman en realidad tangible y visible».

En el acontecer nacional cada día surgen nuevos hechos que pareciera son extraídos, o forman parte de una novela escrita por los mejores exponentes del género literario denominado Realismo Mágico, tal el caso de lo acontecido durante el fin de semana en las oficinas de la Dirección Administrativa del Congreso de la República.

Para este caso suena muy peculiar el hecho de que se extraigan computadoras de la referida dirección legislativa sin que existan indicios de por qué una información importante (la cual hasta el momento se desconoce cuál es) se encuentre sin la seguridad debida para algo que debería tener la más mínima seguridad, y en todo caso estar con el debido resguardo en el interior del Congreso mismo.

Curiosamente, hoy día están bajo investigación cinco expresidentes del Legislativo y dos ya se encuentran detenidos, lo que hace pensar en el imaginario del guatemalteco común y corriente, que hay gato encerrado, pues como refiere la tradición chapina, “cuando el rio truena es porque piedras lleva”.

Las actuales autoridades del Congreso deberán como mínimo exigir una exhaustiva investigación del caso y por ende aclarar: ¿Qué había en los discos duros de las computadoras?, ¿Por qué razón no tenían ningún aparato de seguridad mínimo?, y despejar cualquier duda que la sociedad guatemalteca pudiera plantearse ante tan lamentable hecho, garantizando a la vez que cualquier información o equipo de cómputo del Legislativo se encuentre debidamente resguardado, dentro de las oficinas que sean utilizadas para cada área funcional del Congreso.

Nuevamente nos encontramos frente a un caso más que esperamos no quede impune, pues el pueblo de Guatemala se merece el más mínimo respeto por parte de los denominados Padres de la Patria, para poder, por fin, dar inicio a la generación de credibilidad hacia nuestros legisladores, la cual en los últimos años deja mucho que desear.

Redacción

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