Editoriales

Más vuelta de tuerca

Las acciones del Ministerio Público y la CICIG bien darían pie a una enorme novela policíaca, donde embonan los mecanismos más sofisticados de corrupción y sus oscuros entretejidos. Conforme se conocen los entretelones de los personajes, la trama se entremezcla con la ficción e historias duras, como un thriller. Lo cierto es que ayer fue capturado Élmer Alberto López Rodríguez, exministro de Agricultura del gobierno patriota, encabezado por el hoy detenido, Otto Pérez Molina. El funcionario fue capturado en Mixco. El mismo, según las autoridades, está implicado en un caso de contrabando.

Sin duda, los señalamientos de Julia Barrera, vocera del Ministerio Público (MP), son verificables objetivamente y resultaría inverosímil que cualquier procedimiento de los organismos jurisdiccionales en la aplicación de justicia diera un salto al vacío. Por lo mismo,  de acuerdo con la investigación, el Gobierno de Guatemala decretó estado de calamidad en el 2014, la misma  benefició a la empresa Empacadora El Bodegón con una compra directa de granos por un valor de Q492 millones 930 mil en maíz y frijol, los cuales ingresaron al país de forma ilícita.

Dicha adquisición estuvo destinada  para la labor del Plan Hambre Cero. En esa oportunidad, las autoridades entregaron 1 millón 500 mil cupones canjeables para raciones de alimentos, y beneficiarios recibían un quintal de maíz y 30 libras de frijol. En esencia, el delito que se les imputa es el trasiego de maíz y frijol procedentes de México, los cuales almacenaban en una bodega en ciudad de Guatemala.

Por si fuera poco, también se conoció que autoridades hondureñas investigan una propiedad de Baldetti en la isla de Roatán. A su vez, continuó el proceso contra el exdiputado Gudy Rivera. A ello se suma la presencia de la exvicepresidenta por el caso del agua mágica del Lago de Amatitlán. Asimismo, el nombramiento de la nueva presidenta de la Corte Suprema de Justicia despertó suspicacias por ser esta, una propuesta que vino de la magistrada Marta Staling.

Por lo visto, no hay semana que no se conozca de un nuevo caso de corrupción relacionados con la administración pública, mismos que están rodeados de una evidente turbiedad y un actuar, a la manera de las cajas chinas, con disimulo y misterio. En fin, historias urdidas desde una práctica política dedicada deliberadamente a enriquecerse, o en su defecto, a mantener los espacios que la acción de la justicia ha golpeado en los últimos meses. El truco, por lo visto, no posee nada de una mala novela policíaca, es el crudo retrato de un Estado desmantelado.

Redacción

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