Columnas

Democracia y tenencia de la tierra

Debemos democratizar la tierra sin pasar por una reforma agraria”, declaró el empresario Julio Herrera, del Ingenio Pantaleón, en el Foro Centroamericano de Donantes, cuyo fin es buscar socios que aporten fondos para atacar las carencias de la región, en los ámbitos social, laboral, económico o ambiental.

Ha sido noticia el abordaje de un tema tabú, y que lo haga un grupo de empresarios exitosos en un Foro internacional, conscientes que la exclusión social es una amenaza para la estabilidad económica y el llamado “clima de negocios”. “Como empresarios no podemos tener una empresa exitosa en un país fallido”, expresó Philip Wilson, fundador de Ecofiltro.

El Foro se celebró a finales de septiembre, en Antigua Guatemala, y contó no solo con la presencia de empresarios, sino de políticos exitosos, como la congresista estadounidense Norma Torres, quien mediante una videoconferencia, destacó la importancia de las alianzas entre gobiernos, aclarando que, para seguir avanzando, es necesaria la implicación de otros actores y organizaciones.

Coincidentemente, el viernes pasado, en una reunión en Washington, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió a los empresarios nacionales un mayor involucramiento en los problemas sociales.

Suecia es uno de los países que más aportan en cooperación a Guatemala, con casi Q200 millones anuales. Sin embargo, su embajador Georg Andren, advierte que en los últimos años hubo países que retiraron su apoyo, por lo que no se puede depender de la cooperación y es necesario crear recursos en Guatemala, y parte ellos debe provenir del sector privado.

Uno de los paneles que más interés despertó fue el del Rol de los Empresarios en la Promoción de la Democracia, en el que participaron, entre otros, Carlos Enrique Matta Castillo, de Pepsi Co; Édgar Gutiérrez; Julio Herrera; y el caficultor Estuardo Porras Zadik, quien explicó “No podemos los empresarios poner la agenda económica, ya que no tenemos la delicadeza social que hay que tener para entender el desarrollo social. Una propuesta económica no puede venir del empresariado, debe venir de un consenso. Y hay que entender que Guatemala tiene un 60 por ciento de pobreza, igual que hace 100 años, por lo que el modelo de desarrollo fracasó. Y todos tenemos responsabilidad en eso”.

Fue en ese panel que Herrera, accionista de uno de los emporios azucareros con mayores propiedades, habló sobre la necesidad de democratizar la tierra. Es decir, defendió la idea que la promoción de la democracia también debe incluir el régimen de propiedad, tenencia y uso de los recursos agrarios.

El tema de la concentración de la tierra ha sido causa histórica de nuestros mayores conflictos sociales, desde la Colonia. Contrariamente a lo que sucede en otras latitudes, en Guatemala la concentración de tierra y capital se ha incrementado, al grado que, según el Banco Mundial, Guatemala ocupa el cuarto puesto a nivel latinoamericano y el noveno puesto a nivel mundial, en relación con la concentración de riqueza y el aumento de pobreza, por lo que ocho de cada diez personas son pobres.

Los datos más recientes del INE indican que el 1.86% de los propietarios poseen el 56.59% de la tierra, evidenciando el creciente proceso de concentración, que afecta la producción de alimentos y la economía campesina, generando hambre y pobreza.

En consecuencia, sin democracia no hay clima de negocios, pero la base material y humana de un régimen democrático, pasa por la justicia social y el reparto agrario. Cuanto antes, mejor.