Columnas

Trump: ¿mejor opción?

El New York Times pidió a los estadunidenses, especialmente a los latinos, votar por Hillary Clinton y no por Trump. No es casualidad. La mass media, o sea los sectores tradicionales del poder en los Estados Unidos, manifiestan su simpatía por la candidata demócrata. El llamado establishment y cuatro expresidentes vivos (Bush padre e hijo, Bill Clinton, Carter y naturalmente Obama), se han declarado opuestos a Trump.  Pero no todo es color de rosa para Hillary. Cuando en 2002 votó en el Congreso de Estados Unidos en favor de imporla invasión a Irak provocó un gran desencanto. También en 2009 alentó el golpe de Estado contra Manuel Zelaya, en Honduras, dejando dudas sobre su honestidad. Muy a pesar de quienes la consideran moderada, con Hillary se teme una radicalización peligrosa.

Diana Johnstone, una prestigiosa analista de la política europea y estadounidense, acaba de publicar un libro sobre Hillary Clinton, titulado La reina del caos. ¿Por qué? En primer lugar, por Libia. Ella fue en gran medida responsable de la guerra que hundió a Libia en el caos, un caos que se extiende hacia el resto de África e incluso Europa. La candidata ha prometido más guerra para el Oriente Medio. Clinton ha ofrecido apoyar más a Israel contra los palestinos. Está totalmente comprometida con la alianza de facto entre Arabia Saudí e Israel con el objetivo de  derrocar a Assad, fragmentar Siria y destruir la alianza chií entre Irán, Assad y Hezbolá. Esto aumenta el riesgo de confrontación militar con Rusia y Oriente Medio. Al mismo tiempo, Hillary Clinton defiende una política beligerante hacia Rusia en su frontera con Ucrania.

Muchos observadores serios, como John Pilger y Ralph Nader, temen que Hillary Clinton nos conduzca a la Tercera Guerra Mundial. Eso advierte Diana en su libro. En cambio en lugar de la demonización de Putin, Trump se plantea establecer relaciones comerciales con Rusia, lo que sería positivo para Estados Unidos, Europa y la paz mundial. El republicano coincide con una posición moderada de la OTAN aconsejando a Estados Unidos no seguir una línea de aislamiento hacia Rusia, sino una pragmática y de cooperación.

Los medios tratan de precasos, los burócratas estatales (nacionales, internacionales y supranacionales), que viven de lo que otros producen. Pero, ¿por qué el 82 por ciento de la población no logra mejorar sus ingresos reales? En Guatemala el desarrollo humano es precario porque lo obstaculizan por medio de legislación que otorga más poder a los gobernantes para dificultar la inversión, beneficiar a los grupos de presión y castigar a los más productivos, violentado los derechos de la mayoría en el proceso. Injusticias que son reconocidas por algunos funcionarios cuando proponen eliminar impuestos o exoneraciones, como lo hicieron la semana pasada los directores del INGUAT, para atraer inversiones. Inversiones que, irónicamente, la burocracia estatal ha ahuyentado.

Inversiones que transforman recursos en riqueza y crean fuentes de trabajo productisentar a Hillary Clinton como la alternativa sensata y moderada al bárbaro de Trump. Pero por el contrario, Trump el Bárbaro, está a favor de reconstruir la infraestructura del país en vez de gastar el dinero en guerras en el extranjero. Es un empresario, no un ideólogo. Otros factores juegan a favor de Trump. Su candidatura podría verse favorecida por los millones de electores estadunidenses que están hartos del sistema político tradicional, que los envuelve en mentiras y falsas promesas. Especialmente por la gente joven, que no confía en los medios de comunicación establecidos. Es suficiente leer los comentarios de los lectores estadounidenses en Internet para darse cuenta de que Hillary Clinton está considerada por muchos como una mentirosa, una hipócrita, una belicista y un instrumento de Wall Street, dice Johnstone en su libro.