Editoriales

Nuestros niños son prioridad

Hoy se celebra el Día Mundial de la Alimentación, y cuando se repasa la situación de Guatemala, principalmente con los niños, hay grandes deficiencias que a través de los años no se han corregido. En muchos hogares a veces ni hay qué comer, mucho menos los alimentos necesarios para la dieta de un infante de 24 meses.

Los datos de la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil (ENSMI) no dejan de ser preocupantes, porque más de la mitad de los niños menores de 2 años en el país no cuentan con la alimentación adecuada para crecer saludables y sanos. Los datos indican que la evidencia de un retardo en el crecimiento es de 54 niños por cada 100 en todo el país. Sin duda, es preocupante porque en los siguientes años el pequeño tendrá dificultades en el aprendizaje, en su crecimiento y salud.

De acuerdo con el experto Luis Monterroso, cada centímetro perdido en talla en los niños jamás se recupera, y entonces el país pierde a futuros ciudadanos en todos los campos. Aparte de que el costo social crecerá, pues tendrán que ser atendidos por las deficiencias con las que crecieron. Todo empieza desde el momento de la concepción, ya que en muchos casos los futuros padres no se someten a exámenes médicos como una prioridad para determinar si padecen de enfermedades que puedan transmitir al futuro ser.

Uno de los principales aspectos que no se tienen  en cuenta es la salud de la futura madre, muchas veces mal alimentada, con anemia, y con estos antecedentes, ser madre, de por sí le traerá problemas. Otro inconveniente es que durante el embarazo no hay control médico en las comunidades lejanas del país, porque el sistema de salud no es preventivo, y tampoco cubre muchas áreas.

Entonces, la futura madre no tiene la certeza de traer al mundo a un niño sano, empezando porque en el transcurso de los nueve meses debe vitaminarse para paliar en alguna forma las deficiencias que de por sí ya trae la progenitora. En la población aún no se toma conciencia de que ser madre y padre es una responsabilidad. Significa ser responsable y sobre todo tratar de darle lo necesario al niño que viene en camino.

Desgraciadamente, en el país se dan muchos casos en los que la madre es abandonada y debe salir adelante buscando un empleo para sacar avante a los hijos que le quedaron. Hay casos sorprendentes de madres que han luchado individualmente por sus hijos y han logrado que estos sean hombres de provecho para el país.

Pero no escapa la responsabilidad de todos los sectores en mejorar esta situación. El Estado, desde su papel de garantizar la vida y la seguridad de sus ciudadanos. Es evidente la falta de políticas en el sistema de Salud, de las autoridades locales de cada comunidad en apoyar a sus habitantes.

Redacción

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