Columnas

Preparándote para la vida.

¿Qué puedo pedir yo cuando la mayor bendición me fue provista hace unos 17 años? Elvira, desde el primer instante te convertiste en la luz de mis días y en el centro de mi universo, en la extensión de mi corazón, en la niña de mis ojos, en una parte de mí.He tenido la dicha de verte nacer, crecer y prosperar; se me ha concedido el privilegio de tenerte siempre junto a mí y de aprender de tu alma grande, sencilla y hermosa.

Hoy que estás a punto de terminar una etapa de tu vida, ahora que empiezas una nueva fase y que preparas tus alas para volar convirtiéndote en la dueña de tu destino y de tu futuro quiero que recuerdes quepuedes contar conmigo cuando necesites mi apoyo, consejo o impulso para todo lo que desees alcanzar.

Quiero compartir contigo algunas cosas que considero te pueden servir: Sé feliz con todo lo que emprendas y disfruta haciendo todo con pasión, ser feliz vale la pena; pase lo que pase, mantén siempre una buena actitud, te abrirá muchas puertas y te ayudará a llegar más lejos; ama con todo tu corazón, con respeto y valorando cada segundo, ama a tu familia a tus amigos y a ti misma, así la vida será más hermosa; nunca dejes de soñar, los sueños serán tu plataforma de lanzamiento para alcanzar las estrellas, no permitas que nada ni nadie te impida soñar; hazte cargo de tu vida, futuro y felicidad, todo depende de lo que quieras y  lo que hagas; respétate a ti misma, a tus valores y a los demás, el respeto te ayudará a conocer personas valiosas; persevera, la clave es insistir, persistir, resistir y nunca desistir, la vida suele ser difícil pero las adversidades te hacen fuerte, una vida sin retos o problemas es aburrida y no tiene sentido.

Tú sabes que siempre me he sentido orgulloso de ti, de tu fortaleza, decisión, compromiso y entrega, estoy seguro que lograrás alcanzar todo lo que te propongas y de que vienen muchas cosas maravillosas para tu vida, sigue siendo como hasta ahora, una mujer luchadora, noble y dulce, una mujer que siempre ha salido triunfadora, trabajando  con mucho coraje y con elegante valentía. Hoy celebro el fruto de tu esfuerzoy no me queda más que decirte: ¡Te amo, Elvira querida!