Editoriales

La triste realidad del futbol guatemalteco

El comunicado de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) que indica sobre la suspensión a Guatemala de participaciones internacionales en sus torneos, viene a evidenciar que este deporte sigue sumido en el estancamiento a todo nivel. A quienes realmente conocen la realidad del futbol guatemalteco no les impacta esta noticia, porque los equipos y las selecciones han sido un fracaso en los últimos años.

Esto no es nuevo, quienes han llegado a dirigir el futbol de Guatemala lo han hecho para buscar beneficios propios con los viajes que otorga la FIFA a distintos eventos, como los mundiales, juegos olímpicos o competencias de otro tipo. Tampoco es ad honórem, porque los directivos cuentan con los viáticos que se les asignan para estos viajes. Todo empieza por las anomalías que se dan desde la forma que eligen a los directivos. Cada delegado departamental es coaccionado con prebendas para votar por cierto candidato.

El estancamiento del futbol nacional ha sido notorio en los últimos 10 años, ya no se clasifica a Juegos Olímpicos y mucho menos a un Mundial. Es triste decirlo, ya que es el deporte más popular en el país, pero muchas veces ha sido inflado con una calidad que no tiene, con un nivel de juego por parte de los equipos de la Liga Nacional que deja mucho que desear porque ya no hay figuras de la talla de jugadores de Carlos Ruiz o  Juan Carlos Plata, entre otros que marcaban diferencia en una selección.

Si en verdad hubiera buenos jugadores en el país, estarían jugando en el extranjero, y los que hay no juegan en México, España, Italia, Inglaterra o Alemania, donde el nivel es de calidad mundial. El hecho que una asamblea del deporte no avaló a la actual Comisión normalizadora dice mucho,  debido a que no fueron electos por las asociaciones departamentales, acostumbradas  a que los comités ejecutivos les den prebendas. La responsabilidad que el futbol local esté en tan mal nivel es de muchas personas, empezando por la cabeza, los directivos de la Fedefut; además por quienes dirigen la Liga Nacional, y quienes mandan en los 12 equipos que la conforman. También las demás ligas de no aficionados.

Lo cierto es que no hay un proyecto de formación de jugadores que venga desde la niñez, sino los futbolistas que surgen tienen serias carencias en el aspecto físico, técnico y táctico.  Las grandes diferencias del estancamiento se ven en los partidos de selección o en los equipos que nos representan en la Concacaf.  Antes Guatemala superaba a Costa Rica, Panamá y Honduras, que ahora pelean por ir y asisten a los mundiales. Más lejos hemos quedado del nivel que presenta   México y Estados Unidos. Triste y penosa la cruda realidad del futbol guatemalteco.

Redacción

Equipo de redacción

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