Columnas

El Señor Presidente

Se cumplen ahora los 70 años del El Señor Presidente. Sin duda, una de las novelas de gran trascendencia en castellano. Miguel Ángel Asturias se perfila en esta obra como un verdadero genio literario. Comenzó siendo un cuento, que el escritor tituló Los Mendigos Políticos y el cual fue desarrollando hasta las formas definitivas de la novela El Señor Presidente.

“…continúa siendo espejo y oráculo, invitación y reto. Una lectura imprescindible para Guatemala y necesaria para el mundo”, apunta el escritor Javier Mosquera Saravia.

La primera edición de la novela fue realizada en México en 1946, bajo el cuidado del legendario catalán Bartolomé Costa-Amic. Pero no fue sino con la edición argentina en 1948, a cargo de Losada, que El Señor Presidente tuvo un impacto mundial y fue pronto traducido a muchos idiomas. Desde entonces han seguido múltiples ediciones, sobresaliendo las de Aguilar y Cátedra, ambas de España, y la de Archivos de la Unesco en Francia. Y en Guatemala es parte de la publicación de la Biblioteca Miguel Ángel Asturias por F&G Editores.El Señor Presidente

Resaltamos la dimensión poético/narrativa de los mitos en la obra. El del implacable Tohil, dios de la guerra, por ejemplo, que representa la autocracia y el crimen cuando gobiernan. Partiendo del mundo referencial, el investigador argentino Alejandro Lanöel ha hecho inteligentes reflexiones sobre el magistral retrato de la condición humana, logrado en El Señor Presidente: “El príncipe de Maquiavelo o el presidente de la novela de Asturias son solo la cabeza visible de una gran pirámide jerárquica formada por algunos miles de beneficiarios del régimen…”

El mismo Miguel Ángel Asturias, refiriéndose a las fuerzas políticas que detienen el progreso dijo alguna vez: ”gobiernan como en las épocas atrasadas del mundo, con el agravante que ahora tienen a su disposición todos los adelantos de la técnica publicitaria, que les permiten solo intensificar su acción, por la prensa, la radio y la televisión, sino crear, con ayuda de los elementos psicológicos, corrientes de opinión favorables o desfavorables a determinados puntos de vista, y el principal es mantener a los pueblos sometidos al servicio de los que explotan”.

El mundo académico guatemalteco, los críticos nacionales, los escritores, la prensa, las revistas, deben hacer algo, o por lo menos decir algo de esta efemérides literaria. Y el ciudadano común leerla de nuevo o por primera vez. Nunca es tarde para esta novela. Fundacional para los guatemaltecos. Clásica en la literatura universal. “Haceos un favor, leedla, releedla” recomienda desde Madrid el crítico español Miguel Ángel Pérez.

Acudo a Augusto Monterroso, que nos advierte con su ironía mordaz: ”El cerebro de Miguel Ángel Asturias le ha dejado a Guatemala beneficios notables, un Premio Nobel incluido. Por otra parte, muchos otros cerebros han salido sin que la estructura de este país se haya resquebrajado en lo mínimo; antes por el contrario, sin ellos parece estar cada vez mejor y progresando como nunca”.