Reconocimiento a la diáspora
La dispersión de guatemaltecos en los Estados Unidos de América y Canadá, ha sido una larga historia ocasionada por la atracción del sueño americano, en su inicio y luego por las condiciones económicas de pobreza imperantes en la mayoría de la población, que los obliga a migrar en la búsqueda de mejores ingresos para aliviar la precaria situación de sus familias.
En su odisea por el largo camino hacia el norte, los migrantes atraviesan diferentes peligros que van desde el abordaje del denominado Tren de la muerte, hasta los asaltos, abusos y utilización como mulas, de parte de los diferentes grupos de narcotraficantes que dominan en los territorios por los que tienen que pasar.
A su llegada a la Unión Americana nuestros connacionales, viven en condiciones de aislamiento por estar indocumentados, no son sujetos de atención por parte de ninguna de las instituciones de atención primaria en salud y otros beneficios de los que los ciudadanos estadounidenses sí son beneficiarios. Además, son objeto de discriminación y maltrato por parte de otros habitantes de las regiones en las que viven y no obtienen los mismos salarios y derechos que otros que sí son documentados.
Desde hace varios años el Gobierno guatemalteco ha llevado a cabo los denominados consulados móviles, para poder de esta manera proceder a documentar a nuestros paisanos que viven en los EE. UU., procediendo anteriormente a facilitarles su DPI y pasaporte.
El gobierno ha retomado estos consulados móviles para dotar de DPI a los compatriotas, además de pasaporte o tarjeta consular, lo cual no es la solución más adecuada, pero por lo menos les permite tener un documento que los identifique y les dé un sentido de pertenencia, a manera de sentirse nuevamente como ciudadanos de un país que no reconoce su labor al ser los principales proveedores de divisas y aportar solo al mes de septiembre del año en curso, el 9.8% del PIB, según las cifras del Banco de Guatemala.
El reconocimiento de la diáspora guatemalteca en Estados Unidos y Canadá, es una obligación de nuestras autoridades y de todos los habitantes de nuestra bella Guatemala, al ser este un primer paso que debería incluir el derecho a voto en el extranjero, además del reconocimiento al aporte económico que le hacen al país.