La elección del diputado Oscar Chinchilla, del partido Creo, como presidente del Congreso de la República, ha causado sorpresa en quienes ven de cerca la política. Aunque a otros no les sorprende, porque saben cómo se mueven las aguas en el hemiciclo parlamentario.
La carrera legislativa de Chinchilla es relativamente corta, es su segundo período y ha sido electo por el mismo partido. Previamente se desempeñó como concejal del partido Creo en la Municipalidad capitalina.
Chinchilla ganó a pesar que el aún presidente del Congreso, Mario Taracena, gozaba de alguna simpatía por algunos cambios que realizó, en lo referente a buscar la transparencia y buscar arreglar tantos males que hay en el Legislativo.
El ahora presidente electo del Legislativo, Chinchilla, no se perfilaba y no sonaba entre los candidatos hasta después del último fin de semana, cuando se habló de componendas e, incluso, de una reunión que sostuvo la bancada de FCN-Nación con el presidente Jimmy Morales en la finca Santo Tomás.
Esta suspicacia ha provocado además que diputados de la Unidad Nacional de la Esperanza interpusieran una denuncia contra el mandatario, por considerar que hubo interferencia en las elecciones para la presidencia del Congreso.
Helen Mack, de la Fundación Myrna Mack, cree que la elección de la nueva Junta Directiva del Congreso es “como un pacto de impunidad por parte de los diputados, los cuales vienen de los partidos Líder y Patriota, entre otros”.
Esto porque “son parte de la nueva planilla, al moverse a otros partidos políticos y ser tomados en cuenta para esta elección, estos diputados no eligen a favor del pueblo y buscarán proteger los intereses de los canales de señal abierta y de una empresa de telefonía”.
Para Manfredo Marroquín, de Acción Ciudadana, esta elección “es muy controversial y sumamente apresurada” y a su criterio “urge conocer la agenda legislativa que se llevará a cabo en el 2017”.
Resaltó también que la planilla que conforma la nueva Junta Directiva es multicolorida, con muchos partidos políticos pequeños.
Comentó que durante esta elección estuvieron 129 diputados y resaltó la no aparición de Mario Taracena, quien por presentar quebrantos de salud desde el hospital donde se encuentra expresó, por medio de una red social, que lamentaba no estar presente en la sesión que se llevó a cabo y que rechazaba “la narcoplanilla” que se eligió. A Chinchilla le queda el beneficio de la duda, porque se dice que detrás de esta elección están los intereses de diputados de los otrora partidos Líder y Patriota, que no son bien vistos por la población.