El muro de la discordia
Por: Eduardo Weymann
Varios son los muros que han dejado huella en la historia de la humanidad… La Muralla China (21,196 Km de largo); el Muro de Berlín que dividió esta ciudad alemana en dos por 28 años (45 Km); el Muro de Adriano en la Isla Británica (“ochenta mil pasos” de largo); o The Wall, el undécimo álbum de la banda británica de rock progresivo Pink Floyd. Pero si un muro en estos días está marcando huella, es el Muro de Trump, que aún no existe.
En la oferta electoral del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, si algo sigue generando discordia es su propuesta de construir un muro a lo largo de toda la frontera entre México y Estados Unidos, para contener la migración ilegal. De acuerdo con la revista The Economist, a continuación algunos datos sobre la construcción de este “muro de la discordia”.
La frontera entre los Estados Unidos y México se extiende a lo largo de 3.142 Km, pero el muro no necesita ser tan largo gracias a las fronteras naturales como el Río Bravo y Río Grande. Suponiendo una longitud de 1,000 kilómetros -indica The Economist-, el costo del “muro de la discordia” (incluyendo el valor del cemento y de la mano de obra) estaría entre los $15 y $25 mil millones, más que lo que el propio Trump calcula, $10 mil millones, pagaderos por México, según Trump, lo que en todo caso sería ¡jauja para CEMEX!
Sin embargo, tal como lo ha venido indicando la BBC de Londres y otros medios, al menos un tercio de la frontera de Estados Unidos con México ya tiene barreras con igual efecto que un solo muro. Solo en lo que a barreras artificiales corresponde, estas ya existen a lo largo de 1,050 Km, es decir, un tercio de la frontera, el resto son barreras naturales como los Ríos Bravo y Grande, montañas, humedales y canales difíciles de amurallar.
Esto sin tomar en cuenta otros métodos de control con los que ya se cuentan como cámaras, sensores de movimiento, drones y patrullas vehiculares. En los últimos dos años, Estados Unidos ha realizado más de 2 millones de detenciones en la frontera. La BBC afirma que de los 11 millones de indocumentados que se calcula viven en los Estados Unidos, alrededor de la mitad no entraron ilegalmente por las fronteras, más bien ingresaron de forma legal con sus respectivas visas a través de puertos y aeropuertos, y simplemente nunca se fueron del país.
Que se puede apostar, entonces, hasta este punto: El Muro de Trump no se va a construir, pero sí quedara en el registro de los muros famosos de la historia.
Así como lo ha sido la promesa electoral del muro, otros temas habrá de descodificarse de la oferta política de Trump como candidato. Por ello, las reacciones cataclísmicas alrededor del mundo por la elección de Trump, en mi opinión, son exageradas, porque no se está tomando en cuenta la solidez de las instituciones en los Estados Unidos, que siguen con una fuerte y larga tradición de pesos y contrapesos.
Aun teniendo los republicanos el control del Congreso y el Senado, cosa que sin duda facilita el trabajo político, pero tampoco les permite hacer lo que se les dé la gana. La democracia y la opinión pública es finalmente la que manda y pone los límites en las democracias funcionales. Los medios de comunicación, las redes sociales, los asesores políticos, los cuerpos técnicos del Estado, su familia misma, a todos ellos ahora tendrá Trump que escuchar. No es lo mismo Trump ciudadano, Trump empresario, Trump candidato, Trump presidente electo, Trump presidente. El Trump.5, aún no lo conocemos y apostaría a que será muy distinto al que vemos hoy.