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Tensa calma entre Rusia y Turquía por asesinato

Suceso   Después del asesinato  de embajador ruso esta semana no impactó

El asesinato del embajador ruso Andrei Karlov, despertó inmediatamente todas las dudas sobre cómo impactaría este hecho en las complejas relaciones diplomáticas entre Rusia y Turquía, e incluso se llegó a temer un nuevo conflicto regional. Los mayores cuestionamientos surgidos fueron sobre el impacto que podría llegar a tener en las negociaciones del conflicto sirio, donde ambas naciones juegan un papel fundamental en la búsqueda de soluciones, junto con Irán. El asesinato del embajador ruso se produjo solo un día antes del encuentro planeado entre los ministros del exterior y de la defensa de los tres países para hablar de la crisis siria.

Tanto el presidente ruso, Vladimir Putin, como su par turco, Tayyip Erdogan, reaccionaron con rapidez calificando el hecho como un acto provocativo que tuvo la intención de perturbar la normalización de las relaciones entre ambos países, e inmediatamente, por medio de una conversación telefónica, se comprometieron a reforzar la solidaridad, indicó el presidente Erdogan.

Para el editor de noticias ruso Famil Ismailov, aunque las circunstancias y causas del asesinato no son claras, no cambiarán en nada la relación actual entre Rusia y Turquía. “Es más probable que se acerquen más”, asegura. “Ankara y Moscú no van a ir a la guerra. Muy al contrario, quizás incluso se acerquen”, dijo el columnista Mustafa Akyol, según una cita del diario The
Washington Post.

ESTABILIDAD POLÍTICA

“Las relaciones entre Turquía y Rusia se han estrechado en el período de Erdogan gracias en parte a la estabilidad del liderazgo en ambos países”, escribió en agosto de este año Asli Aydintasbas, experta en Turquía del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, un centro de análisis de política internacional.

En 2013, el asesor económico de Erdogan, Yigit Bulut, dijo: “Hay un problema de liderazgo en el mundo. Digo esto en cualquier lugar. Solo hay 2,5 líderes en el mundo hoy. El señor Erdogan, el señor Putin y la otra mitad es Obama”. Los dos países tienen también importantes intereses económicos, con un volumen de intercambio comercial de $25 mil millones en 2015, según datos mencionados en el informe de Aydintasbas.

El mercado turístico turco también depende en gran medida de los viajeros rusos. En diciembre de 2004, Putin fue el primer jefe de Estado en visitar Ankara desde que los imperios ruso y otomano establecieron relaciones en el siglo XV. Por todo esto, es improbable que el asesinato del embajador ruso dañe las relaciones bilaterales, pero según analistas su impacto podría hacerse más evidente en Siria.

Rusia es uno de los principales apoyos del presidente Bashar al Assad y, por el contrario, el gobierno turco, ha sido un feroz crítico de Assad desde el comienzo del conflicto. “Es imposible que los sirios acepten a un dictador que ha provocado la muerte de 350 mil personas”, ha indicado el presidente  Erdogan.  James Nixey, director del programa de Rusia y Eurasia en Chatham House, un centro de estudios con base en Londres, aseguró que Moscú usará el ataque para decir que está en el mismo bando que Ankara a la hora de luchar contra el terrorismo. “Mi intuición es que Rusia no va a culpar a los turcos por eso, sino que intentará capitalizarlo para mayores ganancias”, sugiriendo que Moscú podría intentar utilizar el asesinato para ganarse el apoyo del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a su política en Siria.

Redacción

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