Retrospectiva del 2016 (I)
Ya son varios los años en los que siempre las últimas semanas de diciembre las dedico para recordar y hacer una retrospectiva de todo lo que escribí desde enero. Es increíble, cómo pasa el tiempo, como bien dicen por ahí, volando. Este fue un año especial para mí, bastante intenso: me casé con una mujer maravillosa ahora en diciembre, cerré mi maestría con tesis esperando a graduarme en Gestión Pública y Liderazgo, me embarqué en varios proyectos que estamos haciendo crecer y, en fin, un año muy ocupado y bendecido.
Empecé el año escribiendo sobre el “Ocaso o un Buen Caso”, en donde yo afirmaba que Jimmy Morales tenía en sus manos el que su gobierno fuera un buen caso, o todo un ocaso. Aunque sus intenciones iniciales fueron aparentemente buenas, en este primer año el desgaste ha sido rápido. Morales ha recurrido a dar declaraciones completamente desafortunadas, reacciones ácidas ante los medios y una serie de incongruencias con esa imagen que rápido logro construir en campaña: hoy nos cuestionamos aquello de “ni corrupto ni ladrón”, pues hasta el hijo resultó en un escándalo de estafa al Estado.
En febrero, les compartí sobre “Por qué somos pobres”, con argumentos de la conferencia de Stephan Wittkowsky, Director de CORFINA, del Consejo Nacional de Planificación Económica. Las causas que se mencionaban: aspectos culturales y sociales (conflictos internos); aspectos históricos, desde el colonialismo, la extracción de recursos, dictaduras, corrupción histórica; y las inversiones equivocadas, clientelismo y mal uso de fondos. Así mismo, males que aquejan a nuestros países: escasa prioridad en el desarrollo del capital humano, deficiencias en educación, bloqueo y freno de elites interesadas, ausencia de Estado de derecho, ausencia de liderazgo o liderazgos equivocados.
En marzo, les comentaba la importancia de la “Transparencia”, ya que en poco tiempo Morales ha dejado ver que ha preferido jugar a la “vieja política”, con acciones que poco hablan de transparencia sino que más bien chocan frontalmente con su discurso electoral. Empezando por la designación de Sherry Ordóñez, que “renunció”, pero el haberla considerado demuestra que no queda claro que son completamente inaceptables estas situaciones que se fueron a exigir claramente a la Plaza el año pasado.
En abril, uno de los temas que hablé en este espacio fue “El dilema de la pena capital”. Antes de tomar posesión de su cargo, el ahora presidiario Otto Fernando Pérez Molina, en 2010 expresaba que la pena de muerte “está vigente y lo que no ha habido es la capacidad ni el carácter para echarla a andar, así que, Otto Pérez Molina está dispuesto a aceptar esa responsabilidad”. Como muchas cosas que dejó de hacer por estar entretenido en el tema de aduanas, esta “vigencia” de la pena de muerte se postergó y no se avanzó en nada. Jimmy Morales en ese mes reafirmó su apoyo a la pena de muerte, proponiendo como medida una consulta popular. Sin embargo, la postura de la CC difiere: ha declarado inconstitucional el artículo 132 del Código Penal. (Continúa)