Como enfrentar las pérdidas o la falta de seres queridos durante las fiestas
Por: Dr: Óscar R. Quintero M.
Se habla mucho y se publica constantemente que el fin de año es la época de abundancia de cosas positivas Paradójicamente, quienes hemos perdido la presencia física de alguien durante la misma o al menos en fechas cercanas no lo percibimos así tan fácilmente, debido a que independientemente de la educación o de la preparación y de las ideas que se puedan tener sobre el significado de la muerte, la pérdida de un ser amado, un familiar o un amigo cercano, continúa siendo uno de retos más complicados -aunque en distintas dimensiones de valor o profundidad- a los que se puede enfrentar cualquier persona en la vida. Aunque sepamos que es una parte natural de la vida, al momento de suceder, el significado de golpe, sorpresa y confusión, da lugar a largos períodos de tristeza, nostalgia, incredulidad y depresión.
REACCIONAMOS DIFERENTE
Por supuesto todos los seres humanos reaccionan de manera distinta a esa separación física súbita y al dolor que significa y que invariablemente de forma igualmente diferente en todos los casos, nos adapta con creencias, sentimientos y mecanismos, que no siempre son los mejores y que en muchos casos, significarán llanto y dolor para el resto de la vida de quienes quedan. Diferentes investigaciones en la historia, han permitido conocer que el paso del tiempo permite a la mayoría de las personas recuperarse sanamente de la pérdida, si se cuenta con apoyo y adecuadas relaciones de amor y cuidado en los ambientes de familia, amigos e incluso en la sociedad.
Por lo general y en función de las condiciones y características de la pérdida; aceptarlo toma desde algunos meses, hasta años, que en algunos casos significan toda la vida de los deudos que llegan a sentirse incapaces de desarrollar las actividades cotidianas, desarrollando un cuadro que se conoce como duelo complicado y que requerirá de ayuda profesional en salud mental. Esto es especialmente importante de considerar cuando se habla de la pérdida de un hijo, la pareja, un hermano o uno de los padres; con lo que se tienen dolor y sentimientos -que aunque pudieran parecer resueltos- pueden durar toda la vida.
DUELOS TARDAN
Aunque la mayoría de casos de duelo, toman como promedio un año y algún par de meses de más o menos, no se puede decir que haya duración normal de duelo, así como tampoco y contrario a las creencias difundidas en la sociedad; que necesariamente o que normalmente se deberá pasar por fases de duelo. Esta creencia, contraria a los datos que nuevas investigaciones han determinado, pueden limitar y retrasar el poder solventar el duelo de una forma adecuada. Es muy importante aceptar que no todos las personas pasan por estas fases de forma progresiva.
Junto a la resiliencia que todos tenemos se pueden reforzar los sentimientos positivos y de aceptación de la partida con acciones como: Platicar sobre la partida del ser amado, querido o amigo. No se debe intentar negar su muerte. Aceptar los sentimientos. Es normal sentir tristeza, rabia, frustración y hasta agotamiento. Cuídese usted y a su familia. Comer bien, hacer ejercicio y descansar le ayudará a superar cada día y a seguir adelante. Ayudar a otros que también han sufrido pérdidas compartiendo anécdotas de alegría y de buen humor sobre quien ya no está. Rememorar y celebrar lo que fue la vida de su ser querido, haciendo donativos, poniendo su nombre a un jardín o una buena obra.