Pulso Económico

Consejos de jóvenes a ejecutivos más experimentados

Estrategias  Se juntan los empleados nuevos con altos ejecutivos y estudiantes

Consejos de jóvenes a ejecutivosEs raro ver a un estudiante recomendar estrategias comerciales a un ejecutivo exitoso y mayor, pero eso es exactamente lo que hace Marc Schaevitz, de 24 años, en su tiempo libre en la Universidad de Miami, donde cursa una maestría en administración de negocios. El se reúne habitualmente con Ana María Rojas, de 46 años, encargada de tarjetas y ventas de la empresa financiera Citigroup Latin America y le da consejos sobre el comportamiento de los consumidores, las redes sociales y las tecnologías móviles.

“Estoy tratando de ayudarla a determinar cómo deberían cambiarse las estrategias bancarias. Está sorprendida con lo rápido que la gente de mi generación espera que se completen sus transacciones y con cuántos de ellos no comprenden lo básico sobre tarjetas de crédito, por ejemplo, las tasas de anuales de interés”, indica. Schaevitz es uno de los 15 estudiantes de la Generación Y (millennials en inglés) que participan este año del programa de discípulos a la inversa en las oficinas de Citigroup Latin America en Miami.

ENSEÑANZA INVERSA

En el caso del discipulado a la inversa, los roles tradicionales se cambian: un individuo joven aconseja a uno mayor y más experimentado. Normalmente, se juntan los empleados nuevos con altos ejecutivos, pero las compañías pueden optar por incluir estudiantes en su lugar. Si bien los millennials suelen ayudar a gerentes y ejecutivos a ponerse al día en cuanto a las redes sociales y demás tecnologías, los líderes empresariales también comenzaron a usar empleados subalternos para aprender sobre los últimos avances en el campo académico de áreas como la economía y las ciencias naturales. Los alumnos mayores también piden a los millennials consejos sobre reclutamiento, mercadeo y perspectivas sobre el país de origen del mentor.

Charlie Johnston, vicepresidente de recursos humanos de Cisco Systems en Europa, Medio Oriente, África y Rusia, consulta a tres jóvenes de aquellas regiones cuando necesita entender las diferencias culturales o que revisen sus presentaciones para el público local. «Los discípulos a la inversa se han vuelto casi asesores ejecutivos», afirma. «Me dan reacciones e ideas que jamás se me habrían ocurrido».

EL COMIENZO DEL PROGRAMA

El programa comenzó a fines de 2000, cuando los millennials se unieron a la fuerza laboral y sus empleadores se dieron cuenta de que sus contribuciones podrían ser beneficiosas de muchas maneras. Así, ambas partes salieron beneficiadas. No solo los ejecutivos se beneficiaron de los conocimientos tecnológicos de los millennials, sino que los jóvenes sintieron que eran reconocidos y obtenían capacitación en liderazgo de parte de sus empleadores, además de crear vínculos que los ayudarían a avanzar más rápidamente.

“La Generación Y quiere hacer que se oigan sus voces desde el comienzo de sus carreras”, señala Wendy Murphy, profesora adjunta del Babson College de Massachusetts. “Los discipulados a la inversa les dan la posibilidad de contribuir en un nivel más alto del que podrían al entrar a las compañías”.

AYUDA GENERACIONAL

Pero no todos los discípulos son millennials. En algunas compañías, empleados recién contratados que pertenecen a la Generación X comparten sus perspectivas con los ejecutivos baby boomers, que están en sus 50 y 60. Por ejemplo, Angela Kyerematen-Jimoh (Generación X, 39 años) dejó la industria bancaria para integrarse a IBM y ahora es discípula de Rod Adkins, de 55 años, vicepresidente ejecutivo de estrategias corporativas. Desde Kenia, le aconseja sobre las diferencias culturales a la hora de hacer negocios en África y lo ayuda a ponerse en contacto con las instituciones financieras locales.

Cuando un cliente potencial invitó a Adkins a desayunar a su casa, le explicó que esto era un signo de confianza y que no podía rechazar la invitación. En otra ocasión, cuando Adkins planeaba llevar una pulsera de silicona marca Fitbit a una reunión, le sugirió que sería más apropiado que usara un reloj de pulsera formal. “En África nos tomamos las apariencias muy en serio”, afirmó.

BENEFICIOS INESPERADOS

Adkins y Kyerematen-Jimoh disfrutan de una relación productiva y de colegas, pero los discípulos a la inversa representan desafíos para los líderes empresariales acostumbrados a dar órdenes. Algunos ejecutivos veteranos simplemente no quieren hacer preguntas básicas que revelen su falta de conocimientos, sobre todo ante los empleados novatos. También les preocupa que los trabajadores jóvenes sean indiscretos y compartan la información de sus sesiones con otros empleados.

Citigroup Latin America evitó dichos problemas utilizando estudiantes como discípulos.  “Sentimos que sería un ambiente más cómodo y seguro”, sostiene Ariel Regatky, encargado de talentos de la empresa. “Es más sencillo abrirse y hacer preguntas si uno no se siente juzgado por alguien de la compañía”. De hecho, algunos empleadores temen que los millennials más seguros de sí mismos presuman de sus destrezas tecnológicas ante los ejecutivos que aconsejan y los hagan sentirse “dinosaurios digitales”.

Redacción

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