Jose Rubén Zamora al banquillo
Ayer interpuse una demanda contra José Rubén Zamora por los delitos de calumnia e injuria, debido a que el martes pasado él afirmó que soy esbirro de alguien a quien acusa de narcotraficante, una relación que deberá el ahora sindicado demostrar en los tribunales, al igual que su afirmación en el sentido que soy un contrabandista y además ladrón de impuestos, y que Byron Lima financió la fundación que dirijo, a la que mariconamente Zamora llama Fundaterror.
Que soy un rústico, vulgar y homofóbico, escribió Zamora espantado, y delicadamente afirma que no responderá a lo que de él he dicho y sostengo. Vaya si no es un caradura, a quien resulta que hay que tocar con el suave pétalo de una rosa, so pena de ofender su delicada sensibilidad. Tiene una oportunidad de oro enfrente Zamora; podría sepultarme en la cárcel, porque al demostrar ante un jurado que es cierto tan solo uno de los extremos de que me acusa, se abriría una causa penal en mi contra, mientras que si él resulta condenado -como seguramente será- agregaría una enorme mancha más a su raída reputación de mentiroso extorsionista, a quien ni siquiera los columnistas de su diario apoyan, porque están de acuerdo conmigo en que lo que Zamora hace es cualquier cosa, menos periodismo.
«El Puyo Zamora podría acudir a lo que mejor sabe hacer: victimizarse.»
De lo que José Rubén Zamora pude estar seguro, porque lo he demostrado, es que soy tenaz, persistente y resistente, y que tarde o temprano pondrá su trasero en el banquillo de los acusados, y que voy hacer que pierda el juicio. De nada le servirá que él y sus amigos de la prensa y sus patrocinadores del Zabala y el Ministerio de la Defensa trafiquen influencias, porque si algo no está dispuesto a permitir este país, es que haya más personas que se sientan superiores a la Ley. Zamora tendrá que abandonar su plácida residencia de Doral, en Miami, para trasladarse a Guatemala a enfrentar este proceso, y quién sabe cuántos más.
El Puyo Zamora podría acudir a lo que mejor sabe hacer: victimizarse. Es mejor que omita los teatros de falsos allanamientos y atentados, porque ya los guatemaltecos están hartos de ellos y no se los creen a personas como él, Ramón Cadena o Frank La Rue; vividores todos, que han creado un país de espejismos, en el que la mayor parte de la prensa se presta al juego de la desinformación, como en el caso de tráfico de influencias alrededor de la magistrada Blanca Stalling y Roberto López, mientras invisibiliza la manera en que el embajador de los Estados Unidos influyó de forma descarada en el Congreso, para ubicar a Gloria Porras como magistrada de la Corte de Constitucionalidad, a pesar de ser responsable de graves delitos.
La CICIG armó un circo ante su imposibilidad de avanzar en el caso IGSS-Pisa, porque se dio cuenta que las cortinas de humo funcionan. Prensa irresponsable, que aplaude a un superintendente de la SAT que pinta un reporte que aparenta haber alcanzado su meta de recaudación, cuando la verdad es que se quedó atrás -como lo demuestra Pablo García en su impecable análisis del sábado pasado en Siglo.21-, y después de un año no ha sido capaz de elaborar una propuesta técnica, que solucione la necesidad impostergable de ampliar la base tributaria, para que haya impuestos cuando Solórzano Foppa no tenga más empresarios qué cazar. Hoy, lo mismo que hace 23 años, podría ser la Corte de Constitucionalidad, la cual salve la institucionalidad en el país. La CC es una instancia en la que, sin duda, habrá importantes cambios en poco tiempo.