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Sufrido triunfo

Rafa Nadal gritó en Melbourne que quiere seguir siendo dueño del presente. Que todavía no ha llegado el momento de entregar el testigo. Escuchó su rugido muy cerca, al otro lado de la red, Alexander Zverev, el nuevo prodigio del tenis de solo 19 años al que acabó reventando en cinco sets: 4-6, 6-3, 6-7 (5), 6-3 y 6-2 en 4h:05, encuentro que concluyó cerca de las cero horas de Guatemala. En la Rod Laver Arena se disputaba un partido que daba un pasaporte a octavos de final (el rival será Gael Monfils, que eliminó a Philipp Kohlschreiber por 6-3, 7-6 y 6-4) pero, sobre todo, que podía anticipar el futuro.

Zverev, 24o. ya de la ATP y líder de la “NextGen”, era la gran piedra de toque para calibrar el estado de Nadal, que jugó brillante frente a Florian Mayer y Marcos Baghdatis, pero sin ser rivales que pudieran dar la medida real de su nivel. El alemán, un tenista de 1.98 m, que domina todos los golpes, luce un revés como un bisturí y, por encima de todo, tiene la mentalidad de un campeón. Sí era el test definitivo. Y el español lo superó con su sello: “morir antes de rendirse”. Nadal ha recuperado su identidad.

En octavos

La estadounidense Serena Williams, segunda favorita, cumplió en tan solo 63 minutos para alcanzar los octavos de final del Abierto de Australia al vencer a su compatriota Nicole Gibbs, 92 del mundo, por 6-1 y 6-3. Con 17 golpes ganadores y aprovechando el buen tiempo en Melbourne, un día soleado y con 20 grados, Serena avanzó a la segunda semana de este torneo que ha ganado en seis ocasiones, y ahora se medirá con la checa Barbora Strycova, favorita 16, que derrotó a la francesa Caroline Garcia, por 6-2 y 7-5 en una hora y 28 minutos.

 

Redacción

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