Asíes: Gobierno e instituciones gastan Q 9 mil millones de salarios
La Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes) presentó el análisis titulado Desafíos del Gasto Público Social. Fue presentado por los investigadores Andrés Navas Beteta y Pedro Prado Córdoba en el auditorio de la sede de Asíes en zona 10. Comentaron los analistas sobre temas de poca recaudación, altos gastos de funcionamiento de las instituciones gubernamentales y una inversión física mínima. Analizaron los servicios públicos esenciales y como todos se han reducido a lo largo de los 15 años analizados del gasto público social. Indica Asíes, “En este estudio se plantea el objetivo de analizar el gasto público social, delimitado a los temas de salud, educación, vivienda y seguridad, evaluando su comportamiento e identificando los obstáculos qué afrontar. Se realizó el análisis de información estadística y revisión documental”. Luego el análisis estudia los lineamientos internacionales del gasto social, analiza la legislación nacional y se evalúa el gasto público social de 2000-2016.
CÁLCULOS SIN INFLACIÓN NI CRECIMIENTO POBLACIONAL
Es de suma importancia resaltar que el análisis de Asíes no contempló ni el crecimiento demográfico en estos 15 años, (arriba de un 50% de la población tiene actualmente menos de 16 años) como tampoco tomaron en cuenta la inflación a lo largo de los 15 años analizados. En este período el quetzal se ha devaluado más de un 200%. O sea, un quetzal invertido en el año 2000, hoy en día es más de cuatro quetzales, actualmente. Sin indexación por crecimiento poblacional y por inflación, este estudio es un placebo, ya que sin niveles reales, un análisis de gastos durante 15 años carece de referencias y sustento. Asíes recomienda regresar a los acuerdos del pacto fiscal en acuerdo con los planes que el Ministro de finanzas, Julio Héctor Estrada ha comentado a los medios de comunicación para julio del 2017.
CONCLUSIONES SOBRE EL GASTO PÚBLICO
Dentro de las conclusiones que elaboró el estudio de Asíes, indican que “en la teoría económica, el gasto público social tiene la finalidad de atender las necesidades básicas de las personas en situación de vulnerabilidad, por medio de la implementación de fondos del estado en programas, proyectos y obras. El gasto público social, debe tener una administración coherente, eficiente, focalizada y con capacidades evaluativas. Para Guatemala, se observa que el clientelismo político y la corrupción han sido impedimentos para que el gasto público social se realice de la manera más eficiente posible”.
Indica Asíes, que el gasto social en materia de salud en 2015, alcanzó solo el 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB). El sector educación ha mostrado altas deficiencias en calidad educativa, como en inversión y en infraestructura óptima para los estudiantes. Agregan que en promedio el gasto social en educación, durante los últimos 15 años, alcanzó el monto de 2.79% del PIB, y que casi la totalidad de este gasto se destina a funcionamiento, y que no les fue posible determinar los costos uñita rios en el área urbana como en la rural.
DÉFICIT HABITACIONAL
Luego en el área habitacional, Asíes, explica que existe un déficit de 1.5 millones de viviendas y un 80% de esta cifra es cualitativa. Entre los servicios esenciales identificados, plantearon al abastecimiento de agua potable y servicios, urbanización, salud, alumbrado, y desarrollo comunitario. El gasto en vivienda de 1995-2015, lo estimaron en un promedio de 1.23% de los ingresos tributarios.
En el área de inversión en seguridad, para los 15 años entre 2000-2015, Asíes muestra un promedio de 0.75% del PIB, e indica que este monto es alarmante por la creciente demanda de la población para atender las consecuencias de la violencia en Guatemala. Dice el estudio de Asíes, que el gasto público social, es lo que se denomina restricciones presupuestarias. Estas consisten en los destinos específicos del gasto público consignados en leyes de orden general, como la Constitución Política de la República, o normativas específicas. Tales restricciones impiden mover más recursos hacia otros sectores, lo que en teoría estructura la forma del gasto, pero endurece la flexibilidad del uso de los fondos públicos».
NECESIDADES NO PRIORIZADAS
Terminan las conclusiones del estudio, indicando que «La inversión pública no responde a las necesidades del país, en materia de infraestructura productiva, especialmente la que beneficia a la población que se encuentra en condiciones de pobreza. En su mayor proporción, el presupuesto nacional se destina a atender el gasto de funcionamiento, lo que reduce las posibilidades de reorientar el gasto para fortalecer la inversión pública. El gasto en inversión, ha registrado durante los últimos años una tendencia descendente; asimismo, el gasto en funcionamiento ha registrado tasas positivas de crecimiento interanual, pero con tendencia a disminuir».
REDUCIR GASTO GUBERNAMENTAL
Solo si la burocracia estatal y pública disminuye su tamaño, en la mitad, podría lo que actualmente se recauda en impuestos impactar el gasto público social. Actualmente el gobierno y todas las instituciones gastan aproximadamente 9 mil millones de salarios mensuales a la burocracia estatal. Esos casi 60 mil millones anuales, son más de lo que la Superintendencia de Administración Tributaria cobró en 2016, y es superior a la meta impuesta por el Ministerio de Finanzas para 2017. Se gasta más en sueldos y convenios laborales y prestaciones para los empleados públicos, que lo que se recibe al año en impuestos. Ninguna cantidad de dinero alcanza si el gobierno lo gasta para su bienestar en lugar de beneficiar a la población más vulnerable.